Restaurante Cruz Del Carmen

En este sitio se come muy bien y el precio es bastante razonable. Solo veo problemas de organización entre la terraza y las mesas interiores, aunque es difícil gestionar la gran afluencia de senderistas que van simplemente a tomarse un café. El servicio de mesas es excelente. El de terraza, mejorable.

Recomendable ,lo habíamos probado varias veces por tomar café .Pero ayer decidimos probar la comida .Un lugar concurrido ya que era domingo y había mucha gente .El servicio ha sido bastante bien ya que estaba concurrido .La comida nos encanto todo lo que hemos pedido . Merece la pena parar y disfrutar de sus platos en medio de parque de Anaga . Recomiendo que se pidan el rosquete de batata que está rico rico y vuela rápido .

Un gran descubrimiento. Hemos pasado muchas veces por delante y no habíamos parado porque siempre veíamos demasiados coches pero hoy ha sido el día. El lugar es muy bonito y el servicio muy atento. Pero aún así lo mejor es la comida. Comida casera. De casa. De abuela. Unas garbanzas riquísima y un escadón muy bueno. Todo en unas cantidades bastante generosas.

Paramos por casualidad para picar algo y fue un acierto total. Las gambas buenísimas, crujientes y jugosas con una salsa increíble. Los champiñones igualmente. El postre, natillas con torrija de dioses !!! Al punto suficiente de azúcar, nada empalagosa. Y que más vamos a decir de los barraquitos. Todo en la misma línea, perfecto. Todo para repetir. Aunque tenían muchas mesas ocupadas, el servicio fue muy correcto.

Si quieres comer un buen puchero canario, este es el sitio indicado. Nosotros fuimos cuatro personas y de entrantes pedimos champiñones rellenos de almogrote (muy ricos y sabrosos), garbanzos (exquisitas), queso asado (rico pero no es de los mejores que he probado). Como plato principal pedimos dos pucheros canarios. Con todo lo que comimos antes, con una hubiese sido suficiente porque viene mucha cantidad (lo que se agradece también). Para acompañar el puchero canario pedimos un caldo para cada uno del puchero (muy sabroso). Tenemos que volver para probar las carnes que tenían muy buena pinta porque te las puedes hacer tú en una planchita para ponerlas a tu gusto. Lo mejor es reservar para comer dentro en los salones que tienen, son muy acogedores y se está a gusto. A pesar de estar todas las mesas ocupadas se podía hablar tranquilamente porque había buen ambiente. La calidad/precio es razonable, ya que los platos y los productos son buenos. Si pensáis ir a los montes de Anaga o ir a Taganana es una buena opción parar aquí para almorzar. El trato del personal es bueno, están pendiente de que todo esté bien.