Da Canio 3

El sitio está muy agradable, céntrico y con una terracita muy acogedora. Está en la calle San Martín esquina Méndez Núñez, una zona en la que es bastante complicado aparcar porque además hay bastantes zonas de carga y descarga. Tiene local interior, un salón amplio, y una terraza que bordea todo el local, que está bastante agradable aunque en algunos tramos es bastante estrecha. En un principio nos tocó una mesa en el lateral que, para cinco personas era bastante pequeña, y una de nosotras quedaba en el propio pasillo, por lo que le pedimos amablemente a los camareros que cuando quedará una de las grandes en la otra zona que nos cambiaran. Y efectivamente nos cambiaron y nos pusieron en una de las mesas alargadas del fondo con capacidad como para 10 personas de manera que estábamos muy amplias y muy cómodas. Muy amables, la verdad. Respecto a la comida ya eso no nos gustó tanto, pedimos varios entrantes, unos champiñones rebozados, y unas croquetas que para la calidad resultaron algo caros. Los champiñones rebozados no estaban mal pero las croquetas algunas bastante insípidas. Las pizzas buenas de gran tamaño y de calidad. Lo único malo es que al ser tan grandes y estando en una terraza al final media pizza te la acababas comiendo fría, pero estaban ricas, igual que las berenjenas. Y sobre todo lo más reseñable la amabilidad en el trato y que todos los camareros que nos atendieron fueron muy amables, muy resolutivos y con muchísimas ganas de agradar, y eso es también algo a valorar y agradecer.

Gran variedad de platos y recetas para todos los gustos. Es un punto de reunión para muchos chicharreros cuando quieren saborear una buena pizza. Otro punto de su cocina es que las raciones son abundantes y jamás te quedas con hambre. El local es espacioso y decorado sin estridencias, con una atmósfera agradable y una terraza que aún en invierno permite disfrutar de la comida al aire libre. La carta incluye desde unas estupendas y contundentes entradas como esta focaccia con ajo tomate y jamón serrano a otras opciones más ligeras. Aparte presenta sopas, ensaladas, verduras, arroces, pastas -como estos girasoles de bubango( calabacín), zanahoria y gambas-, pizzas, pescados y mariscos, carnes -como esta tiernísima pechuga con rúcula, y parmesano- aparte de unos estupendos postres. El precio está más que ajustado a la calidad y cantidad de la comida. Buena atención por parte de los camareros.