Tramuntana

Una amiga me había hablado de sus hamburguesas y, tras un paseo por Sant Quirze, paramos a preguntar por como gestionaban los alérgenos. Lo que nos contó la camarera fue realmente tranquilizador y decidimos quedarnos. No tenían pan sin gluten, por tanto, preferí probar otros platos. Pedí una ensalada Tramuntana (sin anchoas) y unos huevos estrellados (de los que no hice foto). Ambos platos estaban muy bien presentados y eran raciones abundantes. Además, no había riesgo de contaminación cruzada con las patatas fritas porque las hacen a parte. De postre, pedí unas trufas sin nata. ¡También eran sin gluten! ¡Cuándo vuelva a Sant Quirze ya sé dónde ir a comer!

Hemos ido varias veces a picotear por la noche, y al final acabamos casi cenando de lo llenos que nos quedamos. Solemos pedir lo de siempre, unos chocos y unas bravas, además de la bebida. Todo está espectacular y la cantidad es más que generosa, alguna vez no hemos podido acabarlo todo. El servicio atención al cliente muy bueno, amables y atentos además de que te sirven rápido, al igual que la comida que llega muy rápido. Muy recomendable. 🍻

Hace tiempo que somos clientes asiduos del fin de semana y la verdad es que nos han ganado desde el primer día tanto gastronomicamente como por el trato tan familiar que nos han dado. Cris siempre con una sonrisa, atenta de que todo salga bien y estemos agusto, Marcos ("mi viejo compañero de batallas culinarias") con su locura y su arte tras la trinchera cocinando, Mario desde hace poco que lo conocemos pero siempre dispuesto a servirte rápido para que no te falte de nada. Hablemos de comida, tengo que destacar que soy fan de los morros, la tortilla de patatas y la salsa carbonara de Marcos todo espectacular y como reciente descubrimiento los fingers de pollo con la salsa casera de mostaza y miel. ¡TODO DE 10! Este conjunto de buen hacer y buena vibración que transmite el personal hace la esencia de Tramuntana y hace del lugar un bar familiar y cercano. Gracias por amenizarnos las tardes y que nos sintamos como en casa, no hace falta decir que repetiremos una y mil veces más.