La Tagliatella Sant Just Desvern

La comida muy buena, los trabajadores muy atentos y buenos, la pega és que creo que en horas de muchos clientes faltan trabajadores, porque estuvimos 15 minutos esperando a ser atendidos la bebida, y luego unos 25 para que trajeran la cena, lo cual casi que habíamos terminado las bebidas, pero no porque los camareros no estuvieran haciendo su trabajo, iban rápidos y super bien, pero igual faltan cocineros o camareros, aún así lo recomiendo!!

Restaurante muy bonito y la comida es buena. Sin embargo los meseros muy jóvenes y con poca experiencia. Pedimos bastoncillos de pan para picar antes de la cena y nos los trajeron después de los platos, 2 copas de vino y solo trajeron 1, 1 agua y nos trajeron 3. La próxima vez espero que nos toque un camarero con más experiencia.

Mi reciente visita al restaurante italiano "La Tagliatela" fue una experiencia culinaria que quedará grabada en mi memoria por mucho tiempo. Desde el momento en que crucé la puerta, supe que esta sería una velada especial, y gran parte de eso se debió a la excepcional cortesía y profesionalidad de nuestro camarero, Marc B. Navarro. La atmósfera del restaurante era encantadora, con una decoración que te transporta directamente a Italia. Las mesas estaban elegantemente dispuestas, y la iluminación era perfecta para una cena romántica o una reunión con amigos y familiares. Pero lo que realmente hizo que esta experiencia fuera inolvidable fue el servicio de Marc. Desde el principio, se notaba que estaba comprometido en hacer que nuestra velada fuera especial. Nos saludó con una sonrisa cálida y nos explicó el menú con gran detalle, ofreciendo recomendaciones basadas en nuestros gustos personales. Marc demostró un profundo conocimiento de la cocina italiana y nos hizo sentir como si estuviéramos explorando un auténtico viaje gastronómico por Italia. Cada plato que recomendó fue un acierto, desde el antipasto hasta el postre. La presentación de los platos era impecable, y los sabores eran simplemente exquisitos. Lo que más aprecio de Marc fue su atención constante a nuestra mesa sin ser intrusivo. Estuvo atento a nuestras necesidades sin que tuviéramos que pedir nada. Llenaba nuestras copas de vino en el momento perfecto y nos hizo sentir como si fuéramos los únicos comensales en el restaurante, a pesar de que estaba lleno de gente. Solo puedo decir que camareros como Marc hay pocos hoy en día y se aprecia mucho que siga habiendo gente así de profesional y con esa educación, mis dieces.

Hemos comido varias veces en este restaurante, se come muy bien, y nos gusta el ambiente. Hemos pedido lasaña, buenísima y ensalada de rulo de cabra, para mi la mejor, los panes de tagliatela de tomate, cebolla y olivas. Aunque nos quedamos con las ganas de tomar el prosecco porque no tenían, sin duda repetiremos