Restaurant Cal Gall

Un lugar bonito tranquilo y lo más importante, una comida buenísima. Da igual lo que pidas, todo está buenísimo. Pero hay que probar sus croquetas, y cualquiera de los arroces, las ensaladas, la cocas, los postres, es decir, todo está muy bueno. Eso si, pedir el vino, probar Terra de Pau, bien fresquito. Los dueños son una pareja encantadora. Volveremos

El sitio es una maravilla si queréis pasar el día en un bonito pueblo pueblo comer exquisito. Es un lugar con una atención excelente por parte del equipo con unos entrantes que lo difícil es saber cual elegir. Recomendamos ir en varias ocasiones para disfrutar de su coca con mozarella , su sobrasada o sus croquetas caseras de pollo. Como segundos cualquiera es recomendado sobretodo los arroces aunque el pescado del día a la brasa y el rabo de ternera es impresionante. El lugar es tranquilo y una atención que nada tiene que envidiar a otros sitios de la zona. Recomendado 100% sobretodo calidad de la comida y calidad del servicio.

Situado en la plaza de un pueblo pequeño, en la terraza, se puede estar al sol y tomar un buen vermut o comer tranquilamente. En el interior también se está muy bien y mantienen las distancias en tiempos de covid. Pedimos escalivada, croquetas de cocido (muy buenas), una especie de foie he ho a base sw carne de cocido, caracoles y entrecotte. Los postres muy buenos tambien. Todo bueno y no le pongo la quinta estrella ya que no me pareció espectacular la comida y de precio algo carillo. Eso sí, el pan está espectacular

Buena comida, buen trato, las croquetas me las llevaría en cajas para casa. Es un buen restaurante y nos hemos puesto las botas. Comida al estilo catalán aunque creo que no son catalanes lo cual lo hace más asombroso. Buen cocinero!!!! La carta es un poco corta para volver la misma semana. Pero volveremos si Dios quiere.!!!! El pan es de los mejores que he probado en un restaurante.