Sitio muy acogedor y tranquilo. Entorno espectacular y natural con una trato y comida fabulosa. Repetiremos en breve !! :-))
Un lujo para todos los sentidos. El lugar es espectacular. Te hacen sentir especial desde que entras por la puerta. La terraza increíble, disfrutamos de una puesta de sol y unos deliciosos vinos. La cena, en el interior, con vistas al mar, ambiente cálido, acogedor.... El servicio impecable, amable, cercano y profesional, y la comida, exquisita de principio a fin. Una experiencia a repetir sin duda.
Satisfacción en todos los sentidos. Asumible calidad precio de los platos. Cabe destacar el arroz con verduras y almejas, impresionante!! Los postres, aunque elaborados, considero que no compensa el precio. Carta de vinos un poco justa, aunque se pueden pedir copas para maridar los platos. En resúmen, espectaculares tanto el servicio, que es impecable y atento, como las vistas... incluso dentro del restaurante las panorámicas son hipnóticas. Si el día lo permite y puedes comer en la terraza no podrás dejar de mirar el mar.
Un lugar con unas vistas idílicas, una terraza de lo más cool para tomar unos cócteles mientras cae el sol. Una cena con platos exquisitos pero que a la vez encuentras en la carta platos que no sorprenden ni impresionan. En general fue una buena experiencia.
Habíamos comido ya en Akelarre y queriamos probar su 2ª versión en el espazio Oteiza.
No nos defraudó. Comida de calidad con unas vistas impresionantes, muy bien elaborado y en su justa medida.
El café y la copa en la terraza, todo un lujo para poner punto y final a la comida.
Ambiente tranquilo y agradable, vistas maravillosas y comida rica. No se puede pedir más
Gonzalo Lapazar? Zarag?
+5
Espacio relajante y muy agradable con una oferta gastronómica muy acertada y con un excelente servicio. Muy recomendable
Espectacular terraza sobre el Cantábrico. Detalles cuidados para crear un ambiente único. Carta algo corta de cócteles, precios acordes al lugar. Pero todo lo que pueda fallar es compensado por la ubicación de este lugar único.
Espectacular espacio, privacidad, buen servicio, vistas espectaculares. Perfectamente integrado en el entorno. Vi un atardecer asombroso y nos quedamos a cenar en el restaurante que tiene el espacio Oteiza. Mi plato muy original begihaundi con pasta fresca de chipirón. Por poner una pega un poco de falta de iluminación.
El camarero que nos atendió muy profesional y el maitre una de cal y otra de arena. Muy recomendable para tomar una bebida como para cenar. El lugar es único en la ciudad.
Cómo se lee en otras reseñas, el servicio está muy mal organizado.
Primero estuvimos tomando un vino en la terraza q es espectacular y merece la pena .
Luego pasamos a una mesa a cenar , de primero pedimos unas verduras ( q no me gustaron ), de platos principales Carne roja ( deliciosa ) y el pato ( a mi me parecía sabor muy fuerte, pero a mi marido si le gusto ). De postre el chocolate al cubo ( te tiene q gustar mucho el chocolate , es intenso )
¿Volvería ? A la terraza sin duda , a tomarme un vino y quizás probar las croquetas 5J .
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