Restaurante Bernardo Etxea

Celebramos nuestro aniversario este domingo. No habíamos vuelto a estar desde el 2015, y la verdad, no me perdono haber tardado tanto en volver. En mi opinión, el mejor marisco y pescado de Donosti. Comimos de aperitivo unas medias raciones de kokotxas al pil pil y y rebozadas. Eran de un tamaño colosal, una absoluta gozada, y si bien las rebozadas estaban exquisitas, las de al pil pil eran para quitarte los sentidos!!!!! Maravillosisisississisimas!!!! Nunca las he comido igual. Después una vieira y txangurro al horno: muy suaves ambos platos, buena presentación y perfectos en su sabor. De bandera!!! Y como plato fuerte, Besugo!! Al mismo nivel que el resto de platos. Los postres tarta de queso (basica) y torrija buenísima (repetimos). Muy buena atención. Precio...pues ni más ni menos que lo esperado. Un placer!!

Para mí aquí se sirve el mejor marisco y pescado de todo San Sebastián, el precio no es barato pero obtienes la mejor calidad, tanto en la comida como en el servicio. El servicio es de lo más profesional que te puedes encontrar, y te brindan una atención magnífica. Bernardo es una persona encantadora que se molesta en que la comida esté a tu gusto y su equipo es igual que él. A destacar también en este lugar es el soufflé que si nombre correcto es tortilla Noruega, que la hacen perfectamente bien y está muy bueno, eso sí pedirlo al principio del todo porque sino no les va a dar tiempo a hacerlo. Sobre todo destacar, que suelen tener platos fuera de carta que suelen ser siempre de productos de temporada, y que los preparan francamente muy buenos por ejemplo chipirones en tinta.

Muy buena experiencia. El txangurro al horno exquisito y sabor a casero. Rodaballo para 2 buenísimo también. Se nota que el producto es fresco. Lo tienen en expositores y te lo muestran antes de llevarlo a cocina. El local es muy elegante. De mantel de tela y camareros con pajarita, cosa que lamentablemente se está perdiendo. El servicio muy correcto y atento, en consonancia con el estilo del establecimiento. Tienen detalles a valorar, como limpiar las migas antes del postre o servir un aperitivo de bienvenida. Los postres también exquisitos, no hay que perderse la torrija. No le pongo 5 estrellas porque nos cobraron 3€ por una botella de agua del grifo filtrada, pero al fin y al cabo del grifo. 173€ por dos personas con botella de vino. Hay que preparar la cartera, pero para una ocasión especial merece la visita.

No conocíamos el sitio pero nos alojábamos cerca y vimos el “escaparate” al pasar. Ni dudamos en reservar mesa para después de la Behobia. Qué decir, un total descubrimiento, sobre todo para alguien que es amante de los pescados y mariscos. Tomamos una crema de marisco, que fue de lo más espectacular, los percebes tenían muy buen calibre pero los noté un poco faltos de sabor, vieira con un bechamel muy rico, txangurro, otra de las cosas que también nos encantó fueron las cocochas, muy finas, con muchísimo sabor y con un pil pil fenomenalmente conseguido (aunque a la vista parecía flojo), y terminamos con un rape también muy rico. Tarta de manzana con cafés, y otro sitio apuntado para nuestras visitas a San Sebastián.