Agorregi Jatetxea

Sorprendente restaurante, no aparenta lo que hay en su interior, en un polígono no esperaba encontrar tanto nivel en su cocina. Optamos por el menú degustacion eran 55 € e incluía bebida y café. Comparto las fotos porque de verdad te deja sin palabras. Además de la comida el sitio es súper agradable y bien puesto y su personal realmente amable durante toda la comida

Muy buena experiencia. Un menú degustacion por unos 50€. Incluido café y vino. Servicio amable y respetuoso. Y muy buena materia prima con platos tradicionales pero con un toque en sus combinaciones que te hace vivir una experiencia diferente. No lo conocía. No está en una zona donde vas a pasear y te lo encuentras. Pero una vez conocido es como para repetir. Recomendado para disfrutones.

Todo exquisito. Cenamos el viernes 7 allí el menú degustación Aisa. Empezamos con unas croquetas de ibérico de aperitivo buenísimas. Para comenzar el menú, tomate Idiazabal y salmorejo, entra muy bien ligero y fresco. Para seguir Raviolis de hongos con crema de foie, muy, muy buenos, como pescado una merluza perfectamente cocinada sobre patata rota y mayonesa de limón. La costilla euskaltxerri también buenísima, y como postre acabamos a la perfección con un pastel caliente de chocolate relleno de avellana.

He estado este fin de semana en el restaurante Agorregi. Me decidí por él después de comparar unos cuantos sitios identificados en la Guía Roja, y he de decir que aquí los inspectores han acertado plenamente y yo he acabado muy satisfecho de la experiecia. Si tuviera que identificar la característica principal del menú es la delicadeza en cada uno de sus platos. Sabores sutiles, aterciopelados que resaltan gracias a la presencia de hierbas aromáticas usadas con mucho tacto y acierto (salvo en el plato del lumagorri, en el que no entendí muy bien el uso del romero. Por qué poner una rama tan grande? Para dar aroma? para infusionar el plato? en cualquier caso encontraría más acertado poner menos cantidad o retirarlo antes de sacarlo al cliente pues es un poco saturador). Elegí el menú largo que se compone de cinco platos salados y dos dulces. Y todos estaban deliciosos: un tartar con múltiples texturas, sabores y temperaturas. Unas vieiras espectaculares en sabor y cocción. Una merluza suave, con unos ajos que aportaban sabor pero no eran nada agresivos. Quizás el plato más "normal" fue el mi-cuit de foie, que estaba bueno, desde luego, pero no "emocionaba" como el resto. Por lo demás, todo el personal estuvo a la altura del menú, sobre todo teniendo en cuenta que ,por problemas de horario, tenía 1 hora 30 min quería degustar el menú completo. Consiguieron que acabara con 5 minutos de adelanto sobre el horario previsto. Todo un esfuerzo por su parte que agradezco sobremanera. Por último, comentar que tenían un hilo musical excepcional. Cuando va solo y no está inmerso en una conversación se da cuenta de este tipo de detalles, que sin ser determinantes, aportan un plus a la experiencia. Y ahora, después de todo lo bueno, toca comentar los detalles que no le de los cinco puntos a este restaurante: - El plato del txangurro venía con restos de "cáscara" - (Quizás provocado por el hecho de que yo tenía que marcharme antes) Algunos de los platos salieron de la cocina a una temperatura muy superior a la adecuada (quemando) - Las croquetas estaban muy ricas pero tenían un punto aceitoso. Comentar que, aunque no tienen maridaje con el menú, disponen de medias botellas para los casos en los que no se va a consumir tanto vino. Y aunque el sitio tiene 2 escalones para acceder, disponen de una rampa móvil que ponen según se necesite para facilitar el acceso. En resumen, una experiencia muy satisfactoria. Espero que mantengan este nivel muchos años para poder repetirla más veces.