Opiniones Lunada Restaurante - San Roque de Riomiera

Hemos estado unos días con la familia allí, y la verdad que nos vamos con penilla, estábamos muy a gusto! El camping es pequeñito y sencillo, con lo cual acaba siendo familiar y conociendo a tus “vecinos”. Tiene algunas cosas que mejorar, como el estado de los baños (limpieza) o detalles como tener jabón de manos como en cualquier aseo, pero también entendimos estando allí que son sitios que pasan de estar algo solitarios a que de repente te sobrepase la afluencia en pleno agosto. El pequeño equipo que lo lleva no para de currar, y siempre con una sonrisa en la cara. Si vas al baño a las 3 de la mañana, ves la luz de la recepción/restaurante/cocina encendida y alguien currando. A las 9am ya te están sirviendo desayuno (tostadas con jamón, churros, buen café…). Por eso no le bajo ni una estrella. Siempre nos dejaron cargar el movil o compu en el bar, nos informaron cuando pedimos consejo, y nos atendieron con cariño. El entorno es una belleza, el lugar tranquilo, y el restaurante es un oasis calentito en medio de humedad. Se come de maravilla y todo tiene buen precio: comida y estancia. Sé que las posibles pegas que haya no son más que algunos retos que enfrentar, y que lo que importa sí está ahí, así que lo recomiendo, y repetiremos. Eso sí, no toman reservas para el camping, así que llama, pregunta, y ve temprano si quieres una estancia; para el restaurante, al revés: llama y reserva o no hay sitio. Repetiremos siempre que la vida nos lo permita! Abrazos!

Sin duda un camping situado en un entorno espectacular.Zona muy tranquila,los servicios son los justos y la zona de acampada es pequeña pero la comida y la amabilidad de Julia,Max y demás personal son del 10. Nos hemos sentido como en casa. Altamente recomendable.

Si tuviéramos que escoger una única palabra para describir La Lunada, escogeríamos Hogar. Es un camping pequeño y acogedor ubicado en un entorno mágico pero lo mejor son las personas que lo forman, personas muy trabajadoras y alegres dispuestas a regalarte una sonrisa en todo momento aun cuando el trabajo es exigente. Y la comida… la comida te traslada a la que nos hacía la abuela cuando cocinaba para toda la familia, sin prisas y con mucho cariño. Es recuerdo, tradición y familia. Muy agradecidos por estos días maravillosos junto a vosotros y de vuelta con un trocito de esta tierra mágica caracterizada por gente auténtica y amable. Gracias Azucena, Julia, Andrés y a los que faltan en la foto, que aunque no aparezcan también son imprescindibles. Deseando volver…

Tal y como cuentan otras reseñas el enclave natural es maravilloso, el camping pequeño y cuidado.La cena que nos dieron, estupenda, muy rica. Pero la hora de silencio (que eran las 23h) no fue respetada.. Si hay un evento especial, con avisarlo sería suficiente para que uno pueda decidir si se queda o se va. El espacio y las personas que lo llevan merecen mucho la pena.

Un lugar realmente acogedor con un encanto indescriptible y un precio imbatible. Totalmente recomendable!!!

Estuve de paso, haciendo una ruta off road en moto. Dan muy bien comer, aconsejo el cabrito asado. Está ubicado en medio de la naturaleza. Camareros muy atentos y amables.

El entorno es espectacular si te gusta la naturaleza . La verdad es que genial , un camping pequeño y Bastante tranquilo , tiene dos bungalow,. Un restaurante que se come muy bien,y un chocolate con churros que estaba súper bueno y qué la chica me hizo en un momento. aseos con ducha ,fregaplatos y hasta lavadora . La limpieza bien, las chicas y el chico lo limpian un par de veces todos los días ...Llevo aquí una semana y he visto de todo ¡¡Aviso el agua caliente va por butano y si se acaba con que avises a las chicas te la cambian enseguida !!! , si pudiese me quedaría otra semana más . Las chicas muy majas y de momento para cualquier problema ahí han estado . Pero si hay algo de lo que me tengo que quejar es de lo cochina que puede llegar a ser la gente y de eso las dueñas no tienen culpa . Cada vez que limpiaban el baño llegaba un cerdo y lo atascada . Si es verdad que no tiene reserva pero también es verdad que en una mañana se vacía el camping y hay mucho sitio y en cuestion de horas está lleno . Con mala suerte han tenido que hacer obras a última hora por qué la gente no hacía más que atascar los aseos , pero es que la gente no tira ni de la cadena . Hay parcelas un poco inclinadas pero con palo y una piedra yo ya lo he solucionado . Solo hay dos líneas de electricidad , en los bordes . Junto al camping hay un río para meter los pies que es precioso y un poco más abajo encontremos unas pozas bastante profundas donde hemos podido bañarnos . Muy buenas sombras para aguantar todo el día si quieres descansar y tiene muchos árboles . y he podido tener a mi perra todo el día sin problema eso si tiene que estar atada por supuesto , pero junto al camping hay prados donde los perros pueden correr y jugar .

Camping pequeño pero con mucho encanto. Muy tranquilo, baños limpios, bar y restaurante (comida tradicional muy rica), muy amables en el trato y los alrededores son inmejorables. El terreno un pelin inclinado, aunque no supone ningún problema.

Camping encantador. Pequeño, acogedor, bastante aislado. Tiene lo justo, pero lo necesario. También dispone de unas cabañas de madera para alquilar. El personal muy agradable y competente. El restaurante muy, muy bien. Comida muy rica, típica de la zona a un precio adecuado. Nosotros llevamos años viniendo y no nos cansamos. Cómo mejora, estaría genial disponer de algún baño y ducha más. Por lo demás, todo de 10.

Hemos estado muy agusto, el lugar es espectacular, tranquilo, se come bien y son amables. No se puede pedir más.

Encontré este camping por casualidad buscando un lugar pequeño y tranquilo para ir sola y en un entorno natural muy muy verde. La experiencia fue increíble. Por encima de mis expectativas. El camping pequeño, tranquilo. Se respiraba paz y fresquito. Todas las instalaciones limpias, fueras a la hora que fueras. El ambiente familiar, la atención de todo el personal inmejorable. La comida uff, que bizcochos caseros, que huevos fritos con chorizo!!!. No había noche que no comiera un trozo y me pusieran música de ambiente, cuando Alexa quería hacer caso. Porque no puedo poner ma estrellas. Un camping de los de antes donde la hospitalidad y la atención y el sentirnos a gusto está por encima del precio. Mil gracias a todos. Volveré.

Camping pequeño y familiar Muy tranquilo Con lo justo y necesario Lavabos, bar, electricidad, mucho verde y tranquilidad La atención muy amable La comida del bar muy buena

Hablo del restaurante, no nos alojamos allí. Sitio espectacular, cerca del río Miera, mucho encanto. El restaurante es auténtico, en una de estas cabañas pasiega típicas. El ambiente está asegurado porque siempre hay gente y Julia nos acoge muy bien. Volveremos otra y otra vez.

Lugar tranquilo con todos los servicios necesarios, con mucho encanto y personal súper atento. Si buscas paz y tranquilidad tanto en pareja como con niños este es tu lugar.

Muy buena relación calidad precio. Es un camping no muy grande pero bastante familiar. Conoces gente rápido. Los que lo llevan son muy amables y atentos. La comida del bar-restaurante es bastante buena. Nos toco una parcela bastante grande. Alguna vez nos fallo el agua caliente en la ducha pero lo resolvieron. Hay un arroyo junto al camping que es perfecto para ir con niños, refrescarte un poco o con los perros. Fuimos con perro y fantástico. Si quieres ir de camping a una zona tranquila sin exceso de gente, este es un buen sitio. La zona es súper tranquila y muy bonita. Recomendado.

Aún sin tener reserva nos dejaron poner la tienda en una zona habilitada. La zona es impresionante por situarse entre tres puertos de montaña. El bar restaurante esta muy bien y el personal es muy simpatico. El único inconveniente es que el camping era tan pequeño que estan las parcelas muy apretadas, y muy abarrotado (normal en agosto). Repetiremos seguro para subir en bici al portillo de la Lunada, Alto de Caracol y el Alto de los Machucos.

Camping pequeño pero con encanto. El enclave donde se encuentra es precioso y muy tranquilo. Solo tienen dos cabañas y el resto es todo acampada libre con posibilidad de punto de luz. Arbolado y suelo más o menos llano. Nosotros llegamos con lluvias y estába todo embarrado. El bar es bonito y de construcción típica. Buena cocina a buen precio. También la acampada es barata. La única cosa que mejoraría son los baños, están algo anticuados Aceptan mascotas