Está todo delicioso, pero sus moritos de nata, son las mejores magdalenas de nata que haya probado nunca. Además son encantadores y la tienda una preciosidad que ha sabido conservar su encantado después de 75 años!!!
Tienda de confitería que llama la atención por su apariencia. Tienen gran variedad de productos típicos del lugar. Hornazo, turron, roscos, empanadas, etcétera. La atención fue buena pir parte del personal y el precio, bueno, teniendo en cuenta que son productos caros.
Hemos estado un par de días por Salamanca y hemos cogido los dos días para llevar. Probamos el bizcocho de chocolate, sin duda uno de los mejores que he probado. También llevamos las empanadillas de bonito con tomate que están muy muy buenas. Nos atendieron estupendamente por lo que si volvemos por Salamanca repetiremos sin duda.
Muy rico los postres y muy linda la señora con mi abuela
Si pasa por Salamanca no puedes dejar de probar el hornazo, el de aquí es uno de los mejores
Aparte de ser un local que llama por su apariencia, que recuerda a las tiendas de antaño, el hornazo ESPECTACULAR. Compré uno de kg para traerlo a mi casa. Mi familia encantada, aunque me arrepiento porque casi me quedo sin probarlo, tenía que haber comprado dos!
Fui el fin de semana a Salamanca y solo al pasar por delante de su tienda ya llama la atención. Luego cuando miras sus dulces se te cae la baba y no solo eso, que cuando entras son amables y ademas esta todo buenisimo (especialmente el bizcocho de chocolate) pero también las empanadas de bonito, las charras y demás.
Fui el primer dia y he vuelto 2 veces más y porque ya nos vamos...
Si buscas una confitería como las de antes, con el sabor auténtico y la esencia de Salamanca.
No dudes. Visita más que obligada si te gusta el dulce.
Dicen que tienen el mejor hornazo de Salamanca, yo lo he probado y he perdido el sentido; sabroso, contundente, con viandas de calidad, masa perfecta, cocción en su punto, aroma sobrecogedor y sabor absolutamente pecaminoso. También compramos el bollo maimón, que no debe comerse sin algo en lo que mojarlo, pero que una vez empapado en chocolate, café, té o manzanilla adquiere niveles gloriosos. La atención perfecta y el escaparate absolutamente sugerente.
La propia tienda ya de entrada es de fantasía. Un aspecto retro encantador que parece como de cuento. A esto hay que añadirle lo maja que es la dependienta y la excelsa calidad de esos productos de repostería artesanal que es otro nivel, la NBA de la repostería. Y si estás en esta ciudad no te vayas sin probar los exquisitos y contundentes panazos que venden aquí. Imposible salir decepcionado. Por ahí hay una foto e información de reconocimiento de los de Masterchef. Por algo será...
Excelente trato y buenos productos de pastelería artesana, sin conservantes ni rollos quimicos.
Cómo no sabía qué llevar que fuera típico de Salamanca, para una persona mayor, me han aconsejado el bollo Maimón.
Muy recomendable.
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