Ligrimo Casa De Tapas Y Comidas

Experiencia inolvidable. Para empezar, uno de los camareros nos dio una clase de bricolaje y nos enseñó a montar una mesa de comedor. Nos han derivado a un desván con un decorado un tanto medieval en las paredes. Incluso apareció Tyrion para servirnos vino h contarnos unas chanzas. Como estabamos indecisos para la selección de la carta, tras un exhaustivo brainstorming, el camarero nos sugerió las mejores raciones de la casa: Croquetas caseras, parrillada de verduras, secreto ibérico, lágrimas y sepia a la plancha. Como único defecto, cabe decir que no han gestionado bien el timing para la parrillada de verduras, ya que es la última ración que han sacado como postre. Resumiendo, invito a la gente a que acuda al restaurante, dado que las chanzas de Tyrion eran muy graciosas. Además, este restaurante me ha ayudado en mi ámbito profesional, ya que con el nivel adquirido en bricolaje, me han ascendido en el Leroy Merlin.

Lugar perfecto para tapear en los bajos de la plaza mayor. Sitio histórico, muy acogedor y una cocina excelente con pinchos charros como la presa ibérica. Pero para cenar dos detalles. La rampa de acceso a los comedores, peligrosa por estar llena de grasa. En dos ocasiones y meses distintos no fue un mal día. Y lo peor, la pesadilla del cocinero y el camarero que interrumpieron la velada alrededor de 20 veces y no es broma dándonos explicaciones innecesarias de cada bocado, así como preguntando si faltaba algo.

¡Qué maravilla de sitio! Todo un acierto de descubrimiento en nuestra visita a Salamanca. Es un restaurante precioso, con un encanto acogedor. Elegimos carne, ¡y qué carne! A nuestro punto con total acierto. Por recomendación del camarero - súper atento, simpático y encantador - probamos un delicioso revuelto de Farinato y unos postres riquísimos. Sin duda, volveremos a Salamanca y volveremos a comer allí porque es un sitio cinco estrellas en todos los aspectos. ¡Súúúper recomendable!