La Luna

"La Luna" es un restaurante que encanta desde el momento en que cruzas su puerta. Este establecimiento tiene una atmósfera mágica que combina la elegancia con un toque de misterio. La iluminación tenue y la decoración celestial crean un ambiente acogedor y romántico, perfecto para una cena especial. El menú de "La Luna" es una exquisita fusión de sabores creativos y clásicos que reflejan la maestría del chef. Cada plato es una obra de arte culinaria, elaborada con ingredientes frescos y presentada con un toque estético. Desde las entradas hasta los postres, la variedad de opciones satisface los paladares más exigentes. El servicio en "La Luna" es impecable. El personal es amable, conocedor y se esfuerza por brindar una experiencia gastronómica inolvidable. La atención a los detalles es evidente en cada interacción, desde la recomendación de vinos hasta la presentación de los platos. La carta de vinos y cócteles complementa perfectamente la oferta culinaria, ofreciendo opciones que realzan la experiencia gastronómica. Además, el ambiente tranquilo permite a los comensales disfrutar de su comida con conversaciones relajadas. En resumen, "La Luna" es más que un restaurante; es una experiencia celestial para los amantes de la buena comida y el ambiente encantador. Si buscas una escapada gastronómica que despierte tus sentidos, "La Luna" es la elección perfecta.

ESPECTACULAR. Hemos encontrado la comida tradicional castellana que queríamos probar. Hemos pedido un menú cada uno: 1. Sopa Castellana, cocido castellano, tarta de queso. La sopa con un sabor exquisito. El cocido completísimo y mucha cantidad (no hemos sido capaz de terminarlo) y la tarta de queso de las más ricas. 2. Sopa de pollo, guiso de albóndigas de ternera, crema de limón. Éste menú es el que he elegido. La sopa es una buena combinación de sabores e ingredientes. Muy rica. Las albóndigas hay que probarlas sí o sí, no digo más. La crema de limón muy sutil y suave. El servicio correcto, agradable y dispuesto a cualquier duda. Muy cercano y simpático el señor que entrega la carta para visitar en la puerta. El dueño es un señor amable, humilde y comprometido con la calidad de su negocio. Recomiendo éste lugar si buscan comida castellana de calidad, ambiente agradable y profesionalidad. Es la primera vez que visito Salamanca. Si alguna vez vuelvo, comeré en el restaurante La Luna.

Restaurante con menú amplio y variado por 16€, aunque (creo que) por sentarse en la terraza te cobran un euro menos. Todo estaba muy rico, yo pedí spaghettis a los tres quesos, pluma a la brasa y de postre, el cual me sorprendió gratamente, tarta de queso. El trato del personal fue correcto. La única pega es que hacia las 15:00h se les iban agotando varios platos y no avisaban de ello antes de que la gente pidiese la bebida, por lo que recomiendo preguntar antes.

No está muy adaptado para personas con movilidad reducida, pues creo recordar que para ir al aseo hay que subir escaleras, pero la amabilidad del personal lo suple, pues aún teniendo dos escalones en la puerta, nos ayudaron a entrar con personas que utilizaban silla de ruedas para que pudiéramos disfrutar nosotros también de una buena comida. Además nos adaptaron el menú a los alérgicos y a las necesidades del grupo sin problemas. Todo el tiempo muy atentos ellos y muy cómodos nosotros. 100% recomendable

El señor de la puerta, Martín, muy buen anfitrión y relaciones públicas. Tal y como nos recomendó, la comida estupenda, menús a 14€ y excelente relación calidad-cantidad-precio. Volvería sin dudarlo. Mis niños también encantados con la comida. Todo genial. Servicio rápido. El camarero de pelo largo moreno que nos atendió también muy bien.