Local no muy grande, en el que se puede comer bien a un precio razonable. Son platos de comida tradicional y de elaboración sencilla, donde predomina los platos a la brasa. Disponen de un menú de fin de semana que esta bastante bien 18,50.
El servicio es bueno y rápido.
El sitio está súper bien. Quizá tuvimos que esperar un poco para que nos atendiera , pero quitando eso, luego sacando los platos fueron rápidos. Nosotros fuimos de tapas y la relación calidad precio muy buena. El plató de morros, menos mal que nos recomendaron pedir media, pq habían muchos. Por cierto, nos son lo típicos morros de otros lados, a mí me gustaron mucho por eso. El trato supercorrecto por parte del restaurante, y la comida muy rica.
Lugar muy limpio y cumplen con todas las medidas d seguridad covid,personal muy atento y amable en todo momento los platos muy bien cocinados los calamares nada aceitoso, los callos brutales como casa de la mama y los huevos estrellados espectaculares es la se guarda vez q venimos y repetiremos
Tapas buenísimas y muy buen servicio. Como único pero, el carpaccio de tomate y atún con olivada, nos esperábamos algo diferente (es más bien una ensalada de tomate, con atún por encima y unas olivas negras). El resto de 10
Los menús son variados, varias opciones, sencillos y muy sabrosos, teniendo una cantidad perfecta. Lo más importante es que es recién cocinado y salido del fuego. El servicio es sencillo e ideal para un menú diario.
Lo único que le falta el postre casero en el menú excelente restaurante me encanta
Comida casera y todos los platos deliciosos en un menú de 12€. Los postres increíbles y el trato inmejorable. Ademas las mesas están muy separadas unas de otras, cosa que actualmente se agradece. Sin duda repetiremos, difícil encontrar algo parecido.
Primera visita. Dos comensales. Pescado fresco y platos abundantes. Precio adecuado. No le pongo 5 estrellas pq no tenían un bacalao de la carta que justo queríamos probar. Un lugar para repetir con gran variedad de platos.
Comida casera bastante buena y a precio medio, recomiendo la carne macerada. El trato es muy familiar. El local parece anclado en los 70/80 y puede dar impresión de suciedad aunque no sea así. No sirve para valorar lo importante que es la comida pero no esperéis un sitio moderno. Por lo demás, como comentaba, todo perfecto.
Desde que cambiaron de dueños, hemos ido un par de veces. Iba a pedir las anteriores bravas Bermejos por su salsa, y nos dijeron que habían cambiado, reconociendo que lad actuales son espectaculares, muy mejoradas. La picaña o el chuletón brutales o el coulant de chocolate negro y blanco, un escándalo. Atención de primera, chicos muy majos, todo lo pedido buenísimo. Recomendbale 200%
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