Restaurante Casa Santa Pola

Las vistas son el punto fuerte del restaurante! El servicio bueno , pero un camarero solo con las 2 terrazas! Pedimos un poco más de pan y como tardaron le dije que no lo queremos porque ya terminamos de comer y no hacia falta,pero no era por nada,primero que sobraba y a lo mejor iba a la basura y segundo que si no se comía no veía necesario pagarlo para nada,pues al camarero le molesto que le diga que ya no lo traiga y me dijo que esta solo y no puede con todo ( cosa que a mi ni me va ni me viene) y que ya lo tiene en el horno😳 pues lo pones en otra mesa y ya esta!! El combinado de entrantes no merece la pena para lo que vale El resto de la comida ,bien! Las raciones con bastante cantidad

Excelente lugar con historia tras sus muros. Se puede apreciar la arquitectura de diferentes épocas, que sin lugar sentirás una experiencia única al comer allí. Acogedor, agradable y familiar. Nos dejamos aconsejar el personal, el cual acertó en todo lo que nos puso. Comida hecha con mucho cariño, se nota el buen trato de la materia prima. Probamos queso payoyo (a los amantes del queso les encantará), ensalada malagueña con una explosión de sabores cítricos y dulces, rabo de toro con reducción de salsa que está para chuparse los dedos y un arroz con marisco que nos dejó sin palabras. Sin lugar a dudas volveremos para repetir. Recomendado 100%. Y se me olvidaba los postres, no podíamos irnos sin probar los postres caseros, que no diremos nada para que quien vaya los descubra

Wir waren vom ersten Augenblick an entzückt. Das Restaurant liegt in einer Seitenstraße und man muss nach dem Eintreten nochmals zwei Stockwerke hinabsteigen, um auf der kleinen Terrasse zu landen. Der Blick in die Schlucht ist fantastisch und man kann sich hier wunderbar vom Trubel der Stadt erholen. Abgerundet hat das Ganze eine köstliche Paella und ein sehr aufmerksamer Camarero. Danke für die schöne Mittagspause 🤗. (Traducido por Google) Quedamos encantados desde el primer momento. El restaurante está situado en una calle lateral y tras entrar hay que bajar dos plantas más para acabar en la pequeña terraza. La vista del desfiladero es fantástica y aquí podrá relajarse maravillosamente del ajetreo y el bullicio de la ciudad. Todo se remató con una deliciosa paella y un Camarero muy atento. Gracias por la agradable pausa para el almuerzo 🤗.