Restaurante Bardal

Fuimos a pasar un fin de semana a Ronda.. Y vinimos recomendados,y que maravilla de sitio, que degustación de sabores y platos dignos de millón de estrellas Michelín. La decoración, en ambiente, la atención todo de 10. Y encima poder conocer a Benito en persona fue el postre más soñado Pensé que había escrito ya la reseña y se me pasó el tiempo. Volveremos seguros, o nos vemos en Huelva, Finca Alfoliz.

Lo mejor que creo se puede decir del Bardal es que vale cada euro que pagas por él. Platos memorables y sorprendentes. Muy destacable el trato al producto de proximidad. El servicio impecable. No entiendo algunas reseñas negativas que he visto en este sentido. Para mí, excelente el trato del servicio. Todo cuidado hasta el último detalle. Hasta los cafés e infusiones, también muy recomendables.

Una buena experiencia, excepcional en todos sus platos, producto, elaboración y presentación. Siento decir que no me llego a sorprender como se puede esperar de un dos estrellas michelin. El salón no es lo que se debe esperar de este restaurante. También indicar que si bien el servicio es correcto, no están a la altura que se espera y que decir de los uniformes que llevan, no todo vale en lo moderno, no están a la altura de un restaurante de 2 estrellas michelín. Por supuesto volveré para poder volver a saborear su cocina.

Una muy buena experiencia, calidad en los platos inmejorable, una presentación con muy buen gusto, nos gustaron todos los platos del gran bardal que eran muchos, lo aconsejo 100%, está asegurada una grata experiencia, pero sí tengo que decir que el salón, el baño, los uniformes no están a la altura de un restaurante de 2 estrellas michelín... la atención de los camareros fue muy buena pero no excelente propio de un restaurante de esta categoría, pero aún así lo recomiendo y por supuesto que volveremos

Segunda Visita - Segunda vez que acudimos y aún nos gustó más que la primera. Bardal no es un sitio muy “chic” ni “sofisticado”. No pretende rizar el rizo. Bardal es esencia, trato, cercanía, sabor. En Bardal se come maravillosamente, con productos de primera, con sabores buenísimos, con un maridaje de vinos excepcional (la anterior vez no lo hicimos). Se ha convertido en uno de nuestros restaurantes favoritos. Volveremos el año que viene. Absolutamente fascinante. ——————————————————— Primera visita - Maravillosa experiencia. Un 2 estrellas que, si no es de 3, podría serlo. Todos los platos con sabores potentes, bien equilibrados y con una excelente materia prima. Servicio impecable, tanto la recepción, como el personal encargado del carro de quesos (muy recomendable) y por supuesto el jefe de sala (Marco Trujillo) que junto con Miguel nos recomendaron unos excepcionales vinos. Y qué decir de Benito, que estuvo sirviendo la mesa y explicándonos los platos sin ni siquiera decir que era el propio chef. Sin duda es de los lugares en los que más he disfrutado. Nada pretencioso pero de un nivel superlativo. Volveremos sin duda.

Una experiencia única en un ambiente íntimo y agradable. Tengo escaso conocimiento técnico en el entorno culinario, pero me ha sido muy fácil llegar a la conclusión de que muchos de los platos que pudimos degustar superan a cualquier otro que he probado en cuanto a la delicadeza y complejidad de elaboración. Al ser un menú amplio es posible que alguna de las composiciones te gusten más que otras, que haya algunas que te sorprendan y te dejen perplejo, mientras otras quizás no lleguen a gustarte. En mi caso, me gustaron todas y me sorprendieron el brioche de erizo, el cogollo a la brasa y las navajas a la mantequilla. Lo recomiendo altamente :)