Restaurante San Miguel

Muy buen lugar para comer, la comida está muy bien preparada, con muy buen sabor, se nota la calidad del producto, también destacar la ubicación privilegiada del lugar a la orilla de la ría con unas vistas excelentes. El sitio no es barato, pero la calidad precio está compensada, no se paga más de lo que se tiene. Un lugar que merece mucho la pena.

Fuimos tras reserva previa, habíamos encargado arroz con bogavante, nécora y almejas para dos, sitio inmejorable... servicio excelente y lo mejor de todo el arroz IMPRESIONANTE, un sabor exquisito... pero ojo con las cantidades, eramos 2 (son de 4 a 6 raciones)y fue imposible terminarlo. Los postres caseros y muy ricos. Nos pusieron un pastel de cabracho invitación de la casa mientras esperábamos el arroz. Todo un detalle. Sin duda, volveré!

Ambiente muy agradable con música clásica de fondo. Se agradece que sea un sitio poco ruidoso. Hemos tenido una comida íntima con un servicio amable. Recomiendo mucho las croquetas de jamón y el plato (fuera de carta) de setas shitaki con almejas. La ventresca estaba un poco seca, pero es cierto que la hemos pedido al punto. La ubicación es preciosa, y se aparca fácilmente. Como punto negativo, creo que los postres están poco actualizados. Son variados y caseros, pero no nos ha llamado la atención ninguno en particular.

Muy buen restaurante de pescado y marisco. Nos atendieron rápido y los platos iban llegando seguidos. Todo muy bien de cantidad y bien cocinado. La atmósfera es muy auténtica. Al lado del puerto y todo decorado como antiguo con música muy bajita y suave de piano. Las mesas son amplias y no hay ruido en exceso. El parking es gratuito y hay espacio de sobra. Pescado fresco y potente, postes caseros. Por ponerle un pero, diría que la Ventresca de bonito estaba un poco seca. Las croquetas muy buenas y las setas con almejas espectaculares. No estaban sobresaladas ni tenían arenilla. 50 eur/per (con vino y postre): te vas lleno y con calidad.