Saona Pozuelo

El ambiente y trato en el restaurante fue muy bueno. Para lo buena que está la comida los platos de me hacen pequeños, pero es que yo como mucho 😅 Genial la inserción laboral con personal de diversidad funcional. El precio de los menús que comimos está dentro de un precio razonable para la calidad que nos pusieron.

Se come exquisito. Me gustó mucho. Al estar dentro del centro comercial Zielo, de Pozuelo, en la última planta, está como más escondido. Es muy grande y tiene mucho espacio. Nosotros fuimos sin reserva un sábado por la noche y tenían mucho espacio libre. Cenamos un menú que merece la pena . Platos elaborados y ricos. Los camarones con huevo frito, gambas cristal, buenísimos. El pescado, creo que era lubina, en tempura, también buenísima. Y el hojaldre de fresa y mango, delicioso. Se aparca sin problemas dentro del centro comercial, son 2 horas gratis.

Restaurante que sorprende por su cocina y su atención. Lo conocí un día laboral con menú de lunes a viernes a 12.95 eso sí no incluye la bebida un pequeño fallo. Pero su carta es espectacular sus platos sorprenden por su elaboración presentación y sabor. Menús muy completos para todos los gustos, nada que envidiar a una carta de restaurante de cualquier fin de semana. Sus camareros a cual más atento a lo que necesites sin olvidar que además colaboran con la inclusión laboral de personas con necesidades especiales que te sirven con su mejor sonrisa. Lo recomiendo y siempre que pueda iré allí. Enhorabuena por el concepto el equipo y la calidad. Así se logran clientes satisfechos

El pasado sábado he ido a comer con una amiga y su familia, salimos muy contentos por la calidad tanto humana como alimentaria, a excepción del fideuá que, de hecho, mostramos nuestra inconformidad ya que en la foto de la carta aparece variedad en lo que a mariscos nos referimos, por lo que el camarero se lo llevó y nos lo volvió a traer con un par de gambas cortadas, además de dos entrantes que la casa ha invitado. A pesar de ello, he de felicitarles por el tan buen sabor que tenía el solomillo, además de los postres que pedimos, sobre todo la tarta de queso y la tarta de limón… ¡Volveré!

Saona no es un templo de la gastronomía, pero tiene una carta divertida y una excelente relación calidad precio por lo que merece volver. El local es agradable. Para ampliar el aforo han instalado mesas en el centro comercial, pero sin ningún cuidado al detalle. Ayer, Día de los Enamorados nos rechino en particular cenar sobre una mesa desnuda, al lado de una puerta de emergencia del centro comercial y entre locales cerrados con las persianas bajadas. Algún detalle en la mesa habría estado bien. El servicio estuvo amable pero desacompasado ayer, de hecho perdieron la comanda, pero reaccionaron muy bien y tuvieron un detalle con nosotros. Son cosas que pueden pasar, pero lo importante es corregirlas, disculparse, ser proactivos. Y lo fueron. A la comida, ni un pero. Al contrario, las costillas deliciosas; las croquetas caseras y las gambas cristal, muy buenas; las setas y verduras, un acierto. Finalmente las milhojas de mango, el menos contundente, de los postres, muy adecuadas para el final. El precio es asombroso. Por lo tanto una fórmula de éxito que viene muy bien en tiempos de crisis, para todos los bolsillos y todas las edades. .

Un menú del día excepcional, de los mejores que he probado y desde luego una experiencia sensorial completa en un sitio muy bien decorado con vistas a Madrid. El único problema al llenarse la atención decrece en picado y tardan mucho en realizar el servicio, recomendaría no ir en horas pico para poder disfrutarlo sin percances. (En mi caso me tuve que llevar el postre y aún así tardaron 20 minutos en dármelo).