Sirocco

Fuimos a comer, nos atendió una mujer muy simpática, trato muy agradable, el problema vino con la comida. Pedimos unos nachos con queso y un pan de ajo para los entrantes. Los nachos estaban con el queso casi sin fundir y sin repartir, de modo q enseguida se puso frío y literalmente parecía plástico. Venían acompañados de 3 salsas bastante escasas. El pan de ajo estaba bueno. Para comer pedimos unos tallarines, una pizza diablo y unos canelones. Los canelones estaban bastante malos, la pizza no estaba demasiado buena, a parte de que no picaba nada, y los tallarines fueron lo único que se pudieron salvar. Los cafés estaban buenos. En un restaurante en pleno puerto de Sóller deberían de ofrecer algo más de calidad. Dudo que vuelva cuando vaya otra vez al puerto.

Fuimos a este restaurante porque era un local bastante recomendado. En primer lugar tardaron muchísimo tiempo en atendernos. En cuanto a la comida hubo de todo: las patatas sirocco estaban recalentadas y quemadas. El wok estaba bien pero la pizza tenía mucho queso y muy poco del resto de ingredientes (una sola loncha de jamón york). Y la guinda fueron los ñoquis de queso, pera y nueces. Mi hija observó con estupor que la comida parecía moverse... en efecto, la comida tenía unos pequeños gusanos (supongo que por las nueces). Se lo dijimos y se llevaron el plato para traer otro (ésta vez sin nueces). Pero lo increíble es que no hubo por parte de los dueños del local ni una sola disculpa, ni un lo siento... como si lo ocurrido hubiera sido de lo mas normal para ellos. Ah, y para pedir la cuenta y que cobraran tuve que levantarme de la mesa porque no venía nadie. Un restaurante que no recomiendo en absoluto, sobre todo porque por la zona hay mucha variedad. Relación calidad-precio pésima.