Volar Sin Alas

Por fin nos decidimos a visitar este restaurante ubicado en la playa de Gandia. El local no es muy grande, sencillo pero acogedor, también tiene terraza. Fuimos sin reserva y tuvimos suerte ya que tenían mesas libres. El camarero que nos atendió super agradable. Tienen un menú diario y otro de fin de semana disponible para comidas y cenas, nosotros pedimos a la carta. Huevos rotos con jamón y foie, muy buenos pero el foie pasa muy inadvertido. Croquetas de cecina, bacalao y boletus todas muy buenas pero las que más nos gustaron fueron las de boletus. Tacos de bacalao con pimiento caramelizado, el punto del pescado perfecto. Berenjena con miel de caña que estaba riquísima. De postre flan y tarta de pistacho, muy rica pero para mi se hizo un poco pesada de comer ya que la cantidad de pistacho que lleva es brutal y el picado no es muy fino. Algo que no nos gustó mucho es que al no ser muy grande teníamos la mesa de al lado demasiado cerca y resultaba un tanto incómodo. El precio nos pareció un poco elevado. La próxima vez probaremos el menú.

Celebramos un cumpleaños y no pudo ir mejor. Eramos un grupo de 21 personas y en todo momento se adaptaron a nuestras necesidades, tanto en el menú (incluyendo 3 personas vegetarianas), como en el horario (por temas de trabajo la comida fue cerca de las 16h). El dueño en todo momento cercano y atento, y el servicio de 10, camareros muy profesionales. Nos dejaron tiempo para la sobremesa y la comida muy rica. Repetiremos, sin lugar a duda.

Le quito una estrella porque a pesar de que el menú estaba rico y bien presentado, no me parece correcto que le pongan un precio de 15,5 y no incluya ni el pan ( es la primera vez que lo veo) ni la bebida , algo muy poco común con lo cual el menú con agua se pone en 19 euros , un precio bastante elevado para un restaurante que está en 4 línea de playa . Insisto que si estás dispuesto a pagar eso por un menú el lugar es muy recomendable