El sitio es pequeño pero tiene muy buena comida. Nosotros nos sentamos en la terraza que estaba perfecta para hacer fotos, llena de cuadros y cosas bonitas. Pedimos boquerones fritos con el picadillo de perejil y ajo qje nos encantaron. Estaban muy sabrosos y se notaba que estaban frescos. Luego pedimos pan con ajo aceite y tengo que reconocer que el ajo aceite estaba muy bueno y suave. El plato principal era caldereta de arroz con bogavante que nos gustó muchísimo. Lo importante dejarlo reposar unos 10min. El caldo estaba buenísimo y luego el arroz también muy rico y sabroso. La caldereta llevaba también los mejillones. Fui a este sitio con mi pareja asi que los dos compartimos el bogavante y nos gustó mucho, no nos quedamos sin hambre. Para acabar pedimos un postre que nos fallo un poco porque crema catalana estaba un poco líquida. Seguro que volveremos a comer allí!
Desde la primera vez que fui, hace bastantes años, guardaba un grato recuerdo de la experiencia que tuve, es más, recomiendo constantemente este lugar a la gente que me dice que visitará Peñíscola y todos me devuelven el agradecimiento por tal recomendación.
Esta vez me tocaba volver a mí después de muchos años y todo seguía igual, por suerte. Un lugar pintoresco decorado con pinturas de temática folclórica española realizadas por un familiar de la gerente. Un trato familiar y atento por parte de las camareras. Y lo más importante, una caldereta de arroz con bogavante para disfrutar.
Cómo recomendación diré que hagan caso al tiempo de reposo del plato, es preferible dejar que el arroz repose y no tener prisa por empezar, el sabor sale ganando y su paladar también.
Sitio pequeño y pintoresco, aunque lo vi unwz poco viejo, sucio y descuidado
La comida estuvo riquísima. Pedimos una unas bravas y paella mixta
La paella mixta tenia un sabor increíble. El arroz estaba en su punto. La única pega, fue que tardaron un poco en sacarla.
La atención de las camareras fue excelente.
El precio fueron sobre 20 euros por persona.
Sitio recomendado donde volvería.
Está en un rincón con mucho encanto en una de las principales calles. Todo el mobiliario muy bonito y la terraza tiene un encanto especial, ideal para un momento romántico o para ir en familia. El comedor interior es amplio, con un pequeño patio y una decoración muy alegre. Todos los cuadros pintados por uno de los dueños.
La comida muy rica, imprescindible probar el rape a la marinera, la sepia y las sardinas. De postre tienen mousse de fresa o de chocolate, a veces de otros sabores, hecho por ellos y riquísimo.
Juan Pablo Macías Jarillo
+5
Un rinconcito con encanto de Peñíscola, dos herman@s con magia que regentan un bar que enamora. La comida 🥘 buenísima, lo mejor, el cariño con el que te la hacen y te la sirven. Magníficas personas y anfitriones, volveremos.
Producto fresco y local, una buena cocina y un trato perfecto. Un cocktail perfecto para una cena. Una paella de pescado impresionante. Gracias por una gran velada. Volveremos. Recomendar sin moderacion.
Xabier Alaman Lerga Alaman Lerga
+5
Restaurante pintoresco escondido entre las calles de un precioso pueblo medieval. Restaurante atípico, con comida casera, trato cercano y buena atención.
Comida casera 100%, calidad de producto excelente y la comida riquísima!!
Sin duda volveremos Dorotea!
Recomendado!
Todo un descubrimiento.
Hemos pedido un arroz con bogavante y un Xuquet (caldereta de raque) y las dos cosas expectacular.
Entre los cuatro hemos comido tres cestas de pan, de lo rica que estaba la salsa del Xuquet no podíamos parar de mojar.
El arroz en su punto y con mucho sabor.
Un sitio super recomendable, además la atención por parte de los dueños ha sido muy agradable.
Volveremos seguro.
Dorotea encantadora y la comida muy muy buena. Nosotros pedimos la zarzuela de rape y estaba buenisima. Las sardinitas del entrante tambien con el oli oli casero que no hay que perderse. La calle donde se encuentra con mucho encanto y el trato muy familar.
Hace ya más de 20 años que visite Dorotea y me pareció que comí la mejor paella del mundo; ahora, después de tanto tiempo, puedo afirmar que es la mejor paella del mundo, eso a pesar de que Dorotea "" madre "" ya no las prepara; el ambiente es muy familiar y puedes vivirlo dentro del establecimiento, pero mejor en la calle: peculiar terraza en plena cuesta; mejor reservar porque se pone a reventar; ahora pide tu paella y disfruta de todo lo que te rodea .....
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