Restaurante Urbe

Es un placer ver a la gente trabajar con tanto entusiasmo y encontrar un sitio donde la atención sea tan cercana. A pesar de que estaba prácticamente lleno se las ingeniaron para montar una mesa en la terraza como queríamos. Nos habían avisado que la comida tardaría y que no nos querían defraudar por la espera pero les dijimos que podíamos esperar tomando una cerveza que encima nos invitaron. Finalmente la espera no fue para tanto y merecio la pena. Comida super elaborada y ceviches de mucha calidad! Totalmente recomendado, tercera vez que vamos y no será la última!

Restaurante ubicado en la calle peatonal de Blanquerna, con terraza, ambiente agradable, hay que reservar el fin de semana. Destacar dos cosas para mi imprescindibles, el trato humano del servicio y la comida. Quisimos cenar de “tapas”, croquetas, tataki de atún, ceviche y patatas trufadas, de postre lemon pie, todo estuvo de 10. Enhorabuena al equipo! Repetiremos.

Empecemos por la atención: UN 100 sobre 100. Pamela nos atendió como verdaderos amigos, nos hizo sentir increíble y sus sugerencias fueron perfectas, pura magia (gracias por las cañas en el momento Justo) Los platos, WOW! Tienen uno de los mejores chef de Mallorca (crédito a parte para Sami). Probamos de todo y TODO fue superando a lo anterior. NO DEJEN DE VISITARLOS!

Excelente restaurante, nos sentamos en la terraza y en la calle había un par de chicos tocando que hicieron muy amena la comida. Probamos la paella mixta y estuvo deliciosa, la camarera que nos atendio muy atenta y agradable, nos recomendó unas cervezas de la isla que fue buena opción y nos indicó que visitar cerca. Repetiremos al volver a mallorca.

Restaurante muy agradable en la zona de Blanquerna. El personal muy atento, agradable y cuidan de cada detalle. Todo lo que comimos estuvo muy rico, y diferente a la típica comida mediterránea que puedes encontrar en cualquier restaurante. Imprescindible el taco de alga, el postre de pistacho, y la ropa vieja, esta última fuera de carta.

La atención es buena, la comida es rica pero los platos principales para los que somos de comer abundante se quedan un poquito justos, hay que pedir algún entrante. Cenamos con mi pareja y compartimos unas croquetas variadas (buenísimas y abundantes), un ceviche, una lubina con verduras y probamos dos postres, el de pistacho y frutos rojos muy rico, el tiramisú con ensaimada bastante mejorable.