Cerveceria Pinchos Y Canas

Muy buena atención y eso que fuimos a cenar bastante tarde (y con dos peques -aunque también es cierto que animaron un poco el ambiente-). La comida, bien, la verdad. Mejor de lo esperado. Pedimos algún plato combinado... pero se notaban bastante caseros, mira tú! Las croquetas, las patatas, las albóndigas... no eran "hechas en cadena". Y los postres... pues muy ricos, ciertamente. Pero, sobre todo y como ya he dicho, la atención, que fue muy buena, de verdad.

Luminoso, amplio, atiende el personal suficiente. Menú diario a menos de 10€. Con cinco primeros y cinco segundo platos. Muy buena cocina y bien elaborada y presentada. Bebida y postres incluidos. Aprecié que tienen tendencia a atender en primer lugar a la clientela habitual, aunque hayas llegado antes. Pero no me sentí desatendido. De hecho, he repetido.

En una ciudad infestada de un mundanal ruido que taladra y arrasa a su paso con toda tradición posible, llegué a este bar con una luz de esperanza que iluminó mi mundo y mis ganas de comer bien. El trato es magnífico, la comida exquisita y la ubicación ideal. No voy a volver solo porque sé que nunca será tan extraordinario como esta primera vez. Y porque estoy de viaje.