Pousada Galega

Hoy habíamos decidido comer en este sitio que a priori tenía muy buena pinta pero hemos salido muy molestas y decepciónadas por el servicio y el trato del camarero que nos ha cogido la comanda, para empezar nos han echo esperar más de 45 minutos para el primer plato, raxo con patatas, después nos lo traen con uno plato que no habíamos pedido y que se han tenido que llevar, 4 croquetas, (si 4 croquetas ni una más ni una menos, las he contado), he tenido que levantarme 2 veces para preguntar qué pasaba con los otros 2 platos que nos faltaban, (chipirones con patatas y ensaladilla rusa) bueno pues después de unos 10 minutos largos nos ha traído una ración de patatas con unos raquíticos y casi sin chipirones y una ensaladilla rusa de bolsa, eso sí muy bien presentada la ensaladilla, el pan ha sido otra cosa que casi brillo por su ausencia, nos han puesto lo mismo 5 chachitos y íbamos que ardíamos!!!, Y ya el colmo ha sido al final qué sin casi preguntar nos han quitado los platos y no nos han dado ni la opción de postre ni nada, así que nos hemos levantado y hemos preferido pagar en la barra visto lo visto con la actitud del camarero fijo nos hacía esperar para darnos la nota de pago, vamos fatal, nunca más volveremos. Por cierto nos hemos dado cuenta que las raciones más abundantes eran llevadas a las mesas de la gente que era habitual de la zona.

Mal. Pedimos chipirones (buenos pero muy escasos) y ensaladilla (pasable). Pero el churrasco totalmente quemado y escasísimo. El colofón fue el postre: una mousse de limón, que es su especialidad. Llegó caliente. Nada más probarla vi que estaba malísima y además tenía moho. La devolvimos y no salió nadie a explicarnos. Cuando pagamos, nos dijo que tenían la nevera rota y no se habían enterado, pero que el postre era del día anterior. El moho hace pensar que no, pero quien sabe. En fin, no repetiré.

Nuestra experiencia ha sido nefasta,45 minutos esperando por tres platos y cuando se dignan a aparecer nos aparecen con el raxo teniendo q esperar por los chipirones y la ensaladilla de nuevo.De hecho no nos pusieron ni pan teniendo q ir mi amiga a reclamar que estaba pasando,no contestan ,el camarero atendiendonos fátal y de mala gana y al final la chica que no nos había cogido la comanda nos pidió disculpas por el servicio.A la hora de recoger los platos no pregunto siquiera si queríamos postre ni café .Las raciones escasísimas ,mas patata que chipirón y en el caso del raxo ídem.No volveremos