La calidad de la comida es excelente. Y sumado al trato tan acogedor del dueño hacen de este restaurante un lugar de parada obligatoria si pasas unos días de vacaciones en Oviedo.
Fuimos mi novia y yo después de tres horas de viaje a las 15:00, teníamos pocas esperanzas de que nos sirvieran algo (nos veíamos venir que tendríamos que ir al MacDonalds) pero ver esto en Maps fue la mejor decisión que pudimos tomar...no habia salido tan bien comido hacia mucho tiempo.
Mucha cant
Veníamos desde Barcelona y buscábamos un sitio no muy centrico y auténtico. Estaba todo riquísimo, y venían grandes cantidades. Pedimos dos platos y un postre. Muy buen trato y sin grandes esperas entre plato y plato. Para recomendar seguro, y para repetir! Eso sí, hay que reservar xq sino las mesas
La atención, amabilidad, profesionalidad, conversación, consejos y cordialidad de Saturnino, hacen de la visita a esta taberna asturiana, toda una experiencia encantadora y una demostración del buen hacer de la gente de esta tierra en su trabajo. Y como fundamento de todo esto, una cocina tradiciona
Sorprendente lugar, si quieres probar cocina asturiana, es todo un acierto. La fabada espectacular, sabor e ingredientes de primera, con el punto de cocina que lo hace entrañable. El servicio, Benito, es todo un profesional, se nota que conoce lo que ofrece, y es un encanto, como estar en tu casa. R
Fuimos a una comida de grupo y la verdad que comimos muy muy a gusto. Comida casera y de calidad.
El servicio atento, amable y muy servicial, siempre con una sonrisa y un si, ahora mismo.
Cuando vuelva a Oviedo volveré sin dudarlo.
Muchas gracias por vuestra atención.
Excelente lugar para comer una fabada y un cachopo, hemos estado un grupo de 25 personas y no probamos el resto de platos pero se veían muy ricos. Casero y buen trato, sobre todo de Saturnino, muy atento en todo momento. Repetiremos cuando volvamos a Oviedo. Saludos.
Se come bien, buenas raciones y calidad, precio razonable y el trato es correcto. Los callos y el cachopo, muy bien, los postres muy ricos también. Nos pusieron unas aceitunas con aliño, de aperitivo, que nos gustaron mucho.
El camarero muy atento y honesto, nos comentó que pedíamos en exceso y resultó providencial pues los platos son abundantes. Las croquetas de jamón buenas y los callos y el pixin negro de nota. Por poner una pega el pixin hubiese ganado con bastante menos ajo, que le quitaba bastante sabor. Desconozc
Sin duda un sitio a visitar, vale la pena el trayecto hasta allí, te tratan genial y comes mejor aún, sin duda cuando vuelva a Oviedo volveré a comer aquí
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