Buena relación calidad-precio.
Amabilidad del personal.
Gran variedad en la carta del menú del dia.
Aseos limpios y en buen estado.
Saliendo de Andorra nos dieron un panfleto y decidimos ir (5 personas). El precio del menú es de 15 euros y sales cual pelota añeja hinchada por la lluvia dispuesto a volver a Barcelona rodando. La comida deliciosa, el trato de diez (familiar y cariñoso a la vez que cortés) y el restaurante está climatizado y tiene un aforo de 40 personas (tranquilito). Además, la dueña tuvo el detalle de darnos una botella de agua por cuenta de la casa para el viaje de vuelta. Además, el pueblo (Organyà) tiene unas vistas preciosas. 10/10 volvería a ir.
La comida casera y muy buena. A pesar de haber tenido un problema en la cocina, el servicio rápido y muy atentos. Muy bien de precio. Es de agradecer que la piña sea natural.
Menú diario muy bueno y buen precio!!! Comimos muy rico con un menú de 12€, carnes a la brasa y postres caseros.
La mejor butifarra de la zona, la duela encantadora, calidad precio. Todos los años paramos al pasar desde Andorra.
Menú muy bueno, comida casera.
Calidad - precio bueno.
El servicio rápido y amables
Comida casera super buena y los dueños super amables. Lo recomiendo 100%
Páramos por casualidad bajando de Andorra y fue una muy muy buena idea. Se come de lujo!!! Buena comida, casera y abundante.... Menú para niños por 10€ y es súper abundante. Lo recomiendo totalmente. Además muy amables
Un restaurante correcto sin pretensiones de gran restaurante y por eso la variación es muy buena. El servicio perfecto. Muy amables y eso también se valora, sobretodo dada la juventud de las dos camareras que estaban a cargo del local cuando mi esposa y yo lo hemos visitado.
El trinxat muy sabroso, la butifarra excelente y el flan casero muy rico.
Lo recomiendo.
Relación calidad-precio más que correcta en su menú, en un local sencillo pero muy acogedor y con una familia a los mandos del negocio que valen un imperio y te tratan de maravilla al igual que el resto de sus trabajadoras. Comer con un bebé en la mesa no siempre es sencillo y ellas lo convirtieron en un placer, como siempre que hemos ido.
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