Enrique Rodriguez-Porrero Miret
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Es un bar típico de pueblo con raciones y bocadillos.
Está en la calle principal después de dejar el estupendo y reformado castillo que da entrada al bonito pueblo, genialmente conservado, de Olmillos a unos 30km de Burgos.
Paré a tomar algo en la entrada del pueblo a lado de la gasolinera Repsol y tuve la suerte de que estaba a tope de gente lo que me obligó a buscar algo más tranquilo y por eso me adentré en el casco.
Si pasas por la zona, merece la pena dar una vuelta por este bonito pueblo.
No pude ver la iglesia del siglo XVI que se encontraba cerrada.
El castillo de Olmillos que como digo está totalmente restaurado pero conservando la estructura original, se puede visitar y además es un acogedor hotel.
Recomendable.
Paramos a comer por casualidad y además de encantarnos el pueblo, en el Bar Rosa Mari comimos unos bocatas de tortilla de chorizo y queso espectaculares. Cinco bocatas, cuatro consumiciones y dos cafés por 30€, súper bien el precio y la camarera!
La atención muy buena, la dueña majisima .
Barecito de pueblo muy cuco que la mesera una señora mayor muy amable con acento leonés hemos ido a tomarnos un café. 1.40 el café nada mal para ser de los pocos bares del pueblo. El resto restaurante y hostales.
El bar del pueblo.
Con todo lo que se necesita a la hora de tomar algo.
Café, variedad de cervezas, buenos vinos, etc.
El local y los baños siempre en perfecto estado de limpieza.
La calidad de la atención que da Rosa Mari es simplemente perfecta, nunca le falta la sonrisa, la agradable conversación, así como tampoco falta una galleta con el café o un pequeño snack con los aperitivos.
Tiene una pequeña terraza en tiempo bueno que se agradece mucho.
Volveremos (cada poco).
Bar perfecto para parar y tomar algo rápido si te pilla en medio de un viaje. Dueña muy amable.
Pequeño bar de pueblo, dónde poder tomar una consumición y en mi caso comer un bocadillo (de tortilla muy rica y con pan, también a mi gusto)
Acogedor y limpio.
Trato agradable.
Trato muy agradable de su camarera. El bar muy acogedor y limpio. Estos locales deben persistir en los pueblos de España, para ayudar a su visita y disfrute.
Bar de pueblo muy acogedor y con un trato cercano y familiar la dueña es espléndida .El bar es Muy recomendable
Nos dio de comer unos bocadillos muy ricos
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