Restaurante Casa Paco

Terraza agradable y amplia. Trato excelente de Karina, muy simpática y profesional, buenas vibraciones. Como hace un poquito de frío hoy hemos pedido sopa de cocido / consomé para entrar en calor y luego todo un acierto pedir la carne roja a la piedra - buena cantidad y calidad y puedes cocinarla tú mismo en la mesa ♨️ Deja hueco para el Flan de Queso, de vicio

Es mi restaurante preferido y el de mi familia. Siempre que vamos a Navacerrada disfrutamos de sus exquisitos platos. La atención de los camareros también es excelente, personas educadas y amables. Esta noche hemos probado una ensalada templada de gambas que estaba deliciosa, también lo estaba la ensalada con queso de cabra a la plancha que ha enamorado a mi hijo, la pluma ibérica jugosa y buenísima, la morcilla con pimientos y cebolla caramelizada un capricho, los chopitos de rechupete y los postres riquísimos, pero si queréis levitar probad la tarta de manzana. También mencionar los aperitivos que te ponen que son los mejores de cualquier bar o restaurante de la zona. El próximo día probaremos los desayunos que seguro que no nos defraudarán 😊

Es la mejor terraza del pueblo de Navacerrada, no hay más que ver que siempre está llena y con buen ambiente. Se agradece que no la hayan saturado de mesas, siendo un lugar magnífico para desayunar o tapear a la sombra de unos árboles frondosos. Dentro, el salón y el resturante, de oferta clásica, para cuando hace frío. Se trata de un local con décadas de antigüedad, de gestión familiar y servicio eficaz, para nosotros un imprescindible de la oferta cerreña.

Fuimos para almorzar. Comimos sopa castellana , judiones ( los dos platos buenísimos) , ensalada de aguacate y salmón, y carne de vaca que era de muy buena calidad y exquisita. De postre nos tomamos uno de la zona. El trato por parte de los camareros genial y había un ambiente tranquilo. Lo recomiendo!

De los mejores restaurantes de Navacerrada por su inmejorable ubicación, excelente comida y magnífica atención. Hemos comido 9 personas en la terraza y todo han sido facilidades, a pesar de nuestras particularidades: dos perros, una persona con movilidad reducida y una celíaca. Te reciben, te atienden y te despiden con una sonrisa, lo cual es de agradecer. Una muy agradable experiencia que seguro nos hará repetir.