Atypico

En general nos ha gustado, el servicio estuvo bien, la camarera muy agradable y la vajilla es una cucada. Debo decir que las bravas dejan mucho que desear con respecto al resto de platos que pedimos y los que vimos en el resto de comensales. La media de croquetas surtidas deliciosas (cabrales, queso azul, patatera con miel, gambas al ajillo...) y el cachopo extremeño exquisito, eso sí, no diría que sea para una persona, ¡nosotros lo compartimos y quedamos muy llenos con todo! A mejorar lo de "precio según peso", ya que luego en la cuenta no aparece el precio por kilo o el peso del cachopo que uno se ha comido, igual son 19,5€ como nosotros que 25€. Que se pagan gustosos porque muy bien lo valen, pero alguno se puede llevar un susto en la cuenta y es mejor que quede justificante.

Como su nombre indica es un restaurante atípico con una carta muy original. La presentación de los platos es estupenda y la relación calidad/precio muy aceptable. El servicio regular, se confundieron al traernos una de las tapas (que están muy bien de tamaño) y nos trajeron una ración. Le preguntamos si era una tapa y nos dijeron y sí. Luego a la hora de pagar nos cobraron esa tapa como ración... Sin comentarios.