Fuimos por recomendación y nos gustó bastante, tanto la variedad como la elaboración de los platos. Cuando fuimos el camarero nos avisó de que tendríamos que esperar, pero el servicio fue bastante rápido. Os recomendamos que reservéis si vais a ir.
El huevo trufado está exquisito y la ensaladilla rusa va con un huevo dentro, así que son dos buenas opciones. Compartimos varios entrantes.
La comida de 10!! Nos sentamos dentro y veíamos por la ventana de la cocina la pasión con la que el cocinero montaba los platos que iban a servir… Sinceramente, yo pondría un ventanal a la cocina para que se vea la forma tan magnífica de trabajar del cocinero.
La comida muy buena, el trato muy cercano y los precios bastante interesantes pudiendo comer de picoteo por unos precios muy acorde con el producto.
No te pierdas las bravas ni la quesadilla!
Mi valoración del ambiente es baja porque, por temas totalmente ajenos al local, me tocó una familia peculiar al lado.
Seguro que repito y llevo a algunos amigos.
Todo un descubrimiento cerca de casa. Estuve almorzando hace un mes y me sorprendió muy gratamente. Ese día pedimos coulan de ensaladilla rusa (espectacular), risotto (riquísimo), y tataki de presa ibérica, también muy rico. Ayer para cenar probamos el canelón de pollo y los fideos tostados. Todo un gusto para los sentidos... Acabamos con una tarta de queso.
El trato del personal muy bueno, y la relación calidad/precio inmejorable. Sin duda volveré a seguir probando platos!!
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