Bar El Acebuchal

Comía varios veces en el restaurante cuando venían mis amigos para visitarme en Acebuchal. Cada vez la comida es espectacular! La ensalada una fiesta de colores y la carne suavita como mantequilla. Los postres caseras siempre presentado como una obra de arte. No conosco ni un lugar, además en un parque natural, donde hay un ambiente tan familiar y profesional al mismo tiempo. Vale la pena investigar su cueva de vinos, donde hay vinos locales muy especiales y también los mejores Cavas y vinos de España. No se olvide hacer una visita en la tienda del „Zumbo“ Antonio para llevar su vino dulce, miel, queso y chorizos.

Si tuviese que enseñarle a un marciano que comemos en la tierra lo traería al acebuchal sin dudarlo. El entorno para los amantes de la naturaleza es inmejorable. Un pueblo perdido en un parque natural. El servicio es excelente. La carrillada es probablemente la mejor qur jamás he probado. El pato exquisito. La tarta de pistacho es una locura. Antonio, el fundador, un señor agradable con el que hemos conversado un rato ha hecho que la experiencia sea muy buena. Einstein decía que solo había dos certezas, desde hoy hay una tercera y eso que yo voy a volver.

Un sitio donde volver siempre, te sientes como en casa, las vistas son preciosas en mitad de la montaña, toda la comida es perfecta, un abrazo a Sebas y a su hermano por hacer de este bar un lugar maravilloso. Espero que todo vuelva a la normalidad lo antes posible y no dejéis de hacer la comida tan rica y de traer productos tan diferentes como el queso tiznao, el pan casero hecho por vosotros es un 10 y la tarta de pistachooooo ... todavía la estoy saboreando. Un abrazo enorme.

Restaurante de 10. Fuimos a comer mi marido y yo. Pedimos las croquetas, patatas a lo pobre y los contramuslos de pollo con salsa de vino dulce y pasas. No podía faltar probar el pan con aceite. Todo buenísimo y casero. No pedimos postre porque no podíamos comer más. Buen servicio y precios asequibles. Muy recomendable. Volveremos.

Deliciosa comida con un trato excelente. Llegamos temprano pero sin reserva y estaba todo completo. Rápidamente nos hicieron un hueco con la mejor de las sonrisas. Una comida casera deliciosa. Estaba todo buenísimo. No os perdáis al pan con aceite, el choto y los postres. ¡Volveremos! Recomendable reservar con antelación.