Castizo - Casa De Comidas

Enclave perfecto. Pese a lo joven de la plantilla y a los lógicos esfuerzos del primer mes, el trato es muy agradable y el personal implicado pese a los varios niveles de la “hacienda” y su complicada distribución de plantas, salas, mesas y salones, salen airosos entendiendo las complicaciones operativas. La comida, el meollo del asunto. Genial transplante de cocina mexicana con maletas de allí y con macetas de aquí. Se ve que hay trabajo de lápiz y papel antes de ponerse ante los fogones. Sabiamente elegí la mesa junto a la salida de los platos de cocina. Un margarita DE VERDAD como aperitivo y comienza el espectáculo. Las croquetas, para pararse y pensar si alguna vez comí alguna mas buena. Los tacos, geniales combinaciones, mezclas y sabores con unas salsas picantes que nos ofrecieron como Dios manda, con mala leche y buen sabor. Lo que dictan los cánones del picante. La flauta, un imprescindible. Las costillas, sueltas, bien hechas, con sabor y tiernas, carne que se desprende. Una delicatessen. Pero amigo, llegamos a los postres. Aquí el dicente no es amante de los mismos y me he tenido que poner un sombrero de la pared para poder quitármelo. La tarta de queso con pistacho helado, una obra de arte. Pero luego topamos con las “tres leches”. Una magistral obra maestra. La primera vez que tengo que llamar al chef para hacerle una reverencia por un postre. Me han caido lagrimones con platos, muchos. Pero con un postre, en mis treinta y siete años de gourmet, es la primera vez. Si este postre se fomenta, acabará en los anales de la historia. Es una combinación de texturas, pero sobretodo, de sabores. Que en un futuro estará presentado de forma que hará mucho ruido en el negro sobre blanco culinario patrio. Chapó.

Hacienda Alakran crea una atmósfera mágica donde comenzar con uno de sus cócteles te harán entender el concepto de gastronomía que trabajan. Mexicano por bandera con notas y corazón de cocina mediterránea Una buena apuesta para probar algo. Nuevo y , fresco. Personal muy amable y competente El lugar es súper acogedor, desde luego parece que estás en el rancho de algún amigo Para repetir sin duda !

Reservamos con 9 dias de antelacion, cuando llegamos sorpresa, nuestra reserva no estaba anotada. Aun así nos dieron mesa en la terraza . La comida muy buena, (aunque tuvimos que pedir el pan para un parde platos en 4 ocasiones) los camareros era muy amables aunque estaban un poco (bastante) descoordinados, nos preguntaban que platos nos habian salido y cual no, las bebidas un poco caos, equivocadas y faltando ( eramos una mesa de 4) Nos dió la sensación que el equipo en general estaba un poco verde, aunque probablemente repitamos, teniendo en cuenta que un mal dia lo puede tener cualquiera, la comida estuvo de 10.

Un restaurante muy agradable y tranquilo, ideal para relajarse con una buena comida. Todo lo que pedimos estaba rico, las carnes en su punto y reconozco que me sorprendió el ceviche de pescado y el churrasco de pollo Yukatan a la brasa. Los postres espectaculares. Buen servicio, agradables y rápidos. Volveré pronto.

Me he quedado muy sorprendido. El ambiente muy cuidado, el trato inmejorable y los platos espectaculares. Las salsas me han impresionado, las combinaciones de sabores integradas perfectamente. ¡Qué buen gusto! Sobresaliente. Os dejo algunas fotos, me ha faltado la del ceviche de pescado que estaba escandalosamente bueno

Me dice la reseña que comparta mi experiencia en este lugar, voy a intentar resumir lo que fue mi primera visita a la hacienda alakran, SIMPLEMENTE ESPECTACULAR, tanto en sabores como en calidad como en trato como en lugar, un 10 sobre 10, recomiendo visita obligada. Post: el que diga que no le gusto el sitio, la comida o el trato, es porque tuvo un mal día y lo pago poniendo una reseña negativa aquí. Saludos.

En una encantadora casa con patio nos encontramos un restaurante de raíces mexicanas mezclado con productos locales. Nos gustaron tanto los tacos que ni le hicimos foto. Nos encantaron los de cochinita pibil, el guacamole con torreznos ha sido un descubrimiento crujiente y no os podéis ir sin probar sus postres. La atención de 10, muy atentos y amables. Repetiremos. Ahhhh, una última cosa. Ten cuidado que te pasas porque es la última casa antes de la rotonda pero no te preocupes que haces la rotonda y justo enfrente hay muchos aparcamientos.