Matiz

Un local muy agradable en pleno centro de Málaga.. a escasos metros de la Catedral. Tienes opción de salón interior y terraza. Destaco la amabilidad del personal que nos atendió. Fue de lo más atento. Fuimos en horario de cena y nos gustaron mucho los platos que elegimos.. tanto por el producto como por la presentación. Nos quedamos con ganas de probar los postres.. así que habrá que volver!! Muy recomendable! También tiene una zona para tomar cocktails. También nos quedó pendiente.

Una experiencia increíble fuimos gracias a su publicidad. Los viernes por la noche amenizan la cena con música jazz en directo. La experiencia fue increíble el trato inmejorable la calidad de la comida exquisita. Por último en cuanto al precio pues acorde a todo lo que acabo de comentar anteriormente. Posdata: tiene una terraza con las mejores vistas de toda Málaga estilo Chill Out

Hemos ido por un cocktail y nos ha sorprendido muchísimo el nivel de la mixology - los tres cocktails estaban muy equilibrados, cada uno con un toque diferente, como son los buenos coktails de autor. Muy recomendables son el Malaga Thai y el Viento - os sorprenderá un pequeño show en el momento de servirlos. También tienen los mocktails fuera de la carta. Servicio algo lento pero merece la pena esperar un ratito. En la terraza admiten perros, sin límites por el tamaño/raza.

Una experiencia de 10. Probé su menú degustación y desde el pan con aceite a los postres, fue todo magnífico. Platos cargados de sabor, con presentaciones llamativas y un espacio agradable donde te atiende genial el personal de sala. Destacaría especialmente: La oblea con tartar, el panipuri de pistacho y angula, las croquetas de presa ibérica y el ravioli de vieiras y gambas. De postres, no sabría elegir un favorito, ya que ambos tenían un sabor distinto y muy rico.

Experiencia gastronómica redonda en este local. Personal muy agradable, profesional, cercano. Su menú degustación, de gran calidad, producto de proximidad, con buenas elaboraciones y gran presentación. También tienen una armonía de vinos, para maridar el menú, muy económica. El local, hace que la experiencia sea completamente agradable. Recomendable.

La comida exquisita, no defrauda lo más mínimo. La atención fue maravillosa, cuidada y amable. Y el ambiente era cálido. Había música de fondo pero se podía hablar, aún habiendo bastante gente no había bullicio ni se debía usar un tono de voz elevado para que tu acompañante te escuchará. Recomiendo a todo el que vaya a Málaga que se acerque por Matiz y pruebe sabores autóctonos.