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Restaurante Las Arribas - Moralina - Álbum de fotos

Lo que hace Javier en su restaurante no es darte de comer, es vivir una experiencia gastronómica y de trato inigualable. A los 15 minutos parece que le conoces de toda la vida. Pasión por su profesión. El,boletus calentado en el plato, exquisito. El arroz a la zamorana, insuperable. El surtido de to
Fuimos a cenar un lunes, sin esperanzas de encontrar nada decente abierto. Y Javier, el dueño, no sólo nos dió de cenar, sino que nos sirvió con una atención exquisita. Toda la comida era excelente, boletus y ternera de primera calidad, con verdura de su propia huerta ecológica. Una cena de 10. Sin
Fuimos a cenar en familia al restaurante y Javier nos trató de maravilla. También su mujer e hija fueron un encanto. Nos explicó cada plato que comíamos y las carnes y los pescados nos los hizo al momento en la chimenea. Muy divertida la cata de chupitos 😂 La experiencia fue genial, seguro repetirem
Lo encontramos en la jornadas micologicas del Buscasetas cyj, fuimos por casualidad. Dos adultos y dos niñas, las niñas lo típico pasta y hamburguesas, los adultos el menú degustacion ,con varios platos,todos con setas...todo muy casero y abundante, sales llenisimo y todo muy bueno.Te pregunta si q
Espectacular comida y atención. Muy buen producto local preparado y servido con todo el cariño. Carne a la brasa. Las lentejas espectaculares.
No tengo palabras para expresar lo bien que nos han atendido, especialmente Javier, muy atento a todo. Comida riquísima y siempre escuchando a mis indicaciones sobre intolerancias y demás. Me he sentido como en casa. Sin duda volveré en cuanto pueda. Muchas gracias.
La zona ofrece unos paisajes espectaculares. Imprescindible visitar los miradores de los Arribes del Duero. Javier el dueño, un emprendedor rural de cinco estrellas, de esas personas amables e interesantes que te encuentras de vez en cuando por la vida. La comida casera muy rica, y una brasa de sarm
Menú micológico . Atención buenísima. Nos explicó todo lo que comimos. Merece la pena llegar hasta allí para comer todo lo que nos puso. Variedad de sopas y cremas , todo con base de setas . También nos hizo carne y pescado a la brasa , para que no nos quedáramos con hambre. Y sin duda, lo consiguió
Una casa de comidas de toda confianza, trato personalizado, buen género vegetal y animal. Cocina casera con buen gusto al paladar. Conversación asegurada con el dueño, muy comunicativo. Producen su propio vino, muy rico el blanco. Precio razonable, sin escatimar cantidades ni calidades.
Se nos hizo tarde haciendo la ruta de la cascada de Abelón, y llamando a todos los restaurantes de la zona (gracias Google), dimos con este restaurante que nos aceptó a las 15:30 horas. Si no lo hubiera experimentado no me lo creería. En un pueblo que ni sabía que existía (lo siento, de verdad), en
Comimos muy bien. Producto casero y de proximidad. Los dueños cultivan y producen casi todo y lo q no, conocen perfectamente el origen. Esto si es sostenibilidad. Hay q pagar en metálico porque hay poca cobertura. Muy recomendable tanto por la calidad, por la calidez y por lo necesario que es el apo
Increible lo bien que se come. Si puedes, no te pierdas la ensalada de tomate.
Ellos se lo guisan y nosotros nos lo comemos. Hacen su vino, su pan, sus tomates, van a por las setas... Comida sin trampa ni cartón. Genio y figura Javier, por cierto. Se nota que le gusta su profesión y eso da gusto hoy día.
Pasamos de camino y paramos a comer. Muy buena atención y servicio. El camarero/dueño nos atendió de forma impecable y nos asesoró con muy bien tino. Nos explicó las características de su vino y licores. Tuvimos una conversación muy amena y divertida. Para volver desde luego.
Desde el primer momento el propietario nos hizo sentir como en casa. Menú de fin de semana con platos tradicionales con una calidad extraordinaria. Relación calidad/precio muy buena. Seguramente volveremos. Muy recomendable.
Estuvimos el viernes comiendo. Teníamos prisa por el barco, una pena no haber disfrutado más las albóndigas y su salsa!!! Comida auténtica casera que ya no se encuentra, membrillo y café de puchero. Y la simpatía del camarero. Gracias!! 😉
Restaurante con platos caseros típicos de la zona, en época de setas tienen un menú específico, y los guisos están muy buenos, calidad precio buena y la atención es buena. Esta un poco escondido y desde fuera no se sabe si está abierto o cerrado el restaurante.
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