A Capeleira Tapería-restaurante

Un grato descubrimiento en casco viejo, si no preguntas es difícil de localizar. Un antiguo lugar que han sabido reformar y fundir antiguedad y modernismo. Comida tipica gallega con influencias portuguesas y un toque de fusión. Atencion rápida y eficiente. Los platos agradables y raciones amplias. La relación calidad precio tambien es buena. No hay aparcamiento cerca, pero si próximo y gratis. Entrada apta para silla de ruedas hasta el primer comedor. No doy un 5 por el olor de cocina que hay en comedor. Las carrilleras buenísimas.

Un restaurante en una callejuela peatonal del centro de la población, al que llegamos mediante las recomendaciones de google maps y su web (atención! Los precios de las web no están actualizados y son bastante menores que los reales). Reservamos por teléfono al ser domingo en la hora de comer. Mal inicio porque este restaurante incumple la ley 7/2022 de 8 de abril, ya que dicen no tener jarras de agua y que no sirven agua más que en botellas (a casi 3€). Pedimos una ensalada templada, un arroz para dos y para compartir los dos peques un plato de pechugas con patatas. Todo buenísimo y raciones muy abundantes, quizás incluso excesivamente (el arroz era como para 4, y habiendo pedido la ensalada antes era demasiada comida…). Al final nos lo pusieron para llevar sin problema… Las pechugas también muy buenas y con rebozado crujiente. Muy buena ración por el precio que tiene. Eso sí, debe mejorarse la extracción de humos, dado que en un momento se llenó todo el comedor (los dos realmente) totalmente de humo. En definitiva, un muy buen restaurante, si bien aspectos importantes a mejorar, como cumplir la ley…

El local está un poco escondido y es pequeñito. Muy acogedor y los responsables de el son encantadores. Ya había ido antes a otro local de ellos, y siempre genial. El pulpo pa mi gusto le faltaba sal y un poco de pimentón, la patata estaba algo dura de más. La croca exquisita, un buen trozo de carne con todo el sabor y en el punto perfecto. La pizza estaba deliciosa, la masa crujiente y tanto la ventresca como los brotes estaban genial al ser añadidos después de el horno. Los postres son generosos y sabrosos, la tarta de queso es súper grande y recuerda a la que se hace en casa, muy rica. El coulant estaba delicioso junto con el helado hacen un match perfecto (lleva pasas como acompañamiento, a mi no me gustan pero bueno supongo que habrá a muchos que si también lleva alguna nuez) Sin duda es un local al que ir. No os olvidéis de reservar por que al ser pequeño se llena rápido!