Se llama exactamente Tapas y Olé. Es un bar de tapas y restaurante donde se tapea, come y cena, de lujo. Los precios son más baratos que los habituales de marbella pero vas con la seguridad de que sales satisfecho por la calidad de sus productos y el buen hacer de la cocinera. La paella del señorito está espectacular. Javier te atiende estupendamente. Los lunes de verano hay flamenco en directo por la noche y hay un ambientazo increíble. Hay que reservar mesa con tiempo para no quedarte sin ella. Un lugar muy recomendable.
La comida es buenísima. Las patatas mar y montaña. El jamón. Las gambas al pil pil. La torta del casar. La carne...todo exquisito!!
Trato muy agradable deseando volver ver
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