Lobito De Mar

Hemos ido un par de veces y nunca defrauda, tiene muy buen producto y se nota. De todo lo que hemos probado destacaría la ensaladilla de anguila, está de escándalo, el ajo blanco, el guacamole con gambas cristal y los arroces, nosotros pedimos el arroz negro y estaba muy bueno. Todo riquísimo y el servicio muy atento.

Fuimos a disfrutar de una esperiencia qué nos regalaron lugar inmejorable personal, comida, servicios insuperables siempre pendientes de todo en cada momento amables y cercanos nos sentimos como en casa un lugar para visitar y disfrutar de una buena comida y buen ambiente recomendado 100 % volveré seguro un auténtico placer

No suele comer arroces en restaurantes puesto que casi nunca me gustan, pero he de decir que los arroces de este lugar merecen la pena. Increíble el arroz negro con calamar, una exquisitez. Por poner un pero, el día que fuimos nos sentaron tarde en mesa (teníamos reserva) y tardaban mucho en atender las mesas. La camarera que había en nuestra zona parecía desbordada pero aún así se veía que lo hacía lo mejor posible.

Nos ha encantado el restaurante. Bien decorado, una atención de primera y unos platos ricos y de calidad. Nos atendió Ramón, supo recomendarnos la cantidad justa de comida y estuvo siempre atento de nosotros. Pedimos el mix de croquetas (gambas y chipirones), la ensaladilla rusa de anguila ahumada, un par de ostras y el arroz seco de T-bone de atún, espectacular este último. De postre para rematar el happy hippo, delicioso. Volveremos!

Todo genial. Fuimos directos al parking (gratuito) del restaurante y aparcamos sin problema. Nada más entrar nos recibieron y nos sentaron. Al ratito nos aconsejaron la bebida que llegó en seguida con mucha educación y simpatía. Nos tomaron nota de la comida nuevamente respondiendo a nuestras dudas con paciencia. Trajeron un pequeño gazpacho por cuenta de la casa y poco después vinieron todos los platos pedidos al mismo tiempo. Todo lo que comimos tenía gusto, calidad y presencia. Y aunque las raciones eran generosas, no sobró ni para ver qué hubo ahí antes. No hace falta decir que los postres no decepcionan y se marcha uno con el mejor sabor de boca posible. Todo completamente adaptado a discapacitados.

El sitio nos ha gustado mucho; Sí es verdad que somos más de carne que de pescado, y hay cosas que, aún estando ricas, no nos hubiéramos pedido, pero en general todo estupendo. Hemos venido con un menú cerrado ( regalo de reyes); lo mejor de todo para mí ha sido el arroz y la ensaladilla rusa, me hubiera comido un kilo más de ensaladilla... El arroz con pollo... creo que no he probado un pollo tan en su punto nunca... De diez! Lo que menos nos ha gustado quizá, las albóndigas de atún y las almejas a la brasa ( a mí me faltaba la salita típica donde mojar el pan). Los postres, en cambio, de otro mundo: la tarta de queso que prácticamente se deshace.. y el ya típico Happy hippo. No words. El servicio impecable

Ha sido la primera experiencia en los restaurantes del chef Dani Garcia. Elegimos Lobito de Mar y reservamos por la web. El restaurante bonito, decoración, ambiente. El personal atento en todo momento.la comida bien; elegimos como entrante ensaladilla con anguila y unas empanadas de atún riquísimas. Como plato principal un arroz con carne y pescado buenísimo. Tienen buena y extensa carta de vinos. Sin duda repetiremos.