Ástor Puerta Cerrada

Experiencia gratamente satisfactoria. Fuimos un grupo de 8 personas a comer y salimos encantados. Atención impecable, con detalles que marcan diferencia... Comida excelente... Desde los entrantes a los platos principales,(las empanadas son un plato obligatorio de probar). Carnes deliciosas con el punto perfecto. postres para chuparse los dedos, en especial la chocotorta. Buena calidad/precio. Sin duda para repetir siempre que sea posible y tener como lugar de referencia.

Lugar de Madrid sorprendente , en la zona entre la plaza mayor y la latina , se encuentra este restaurante con una decoración muy cuidada y una comida exquisita y asequible, para el lugar donde está la calidad precio es maravillosa , por nuestra parte destacar la atención de Andrea , fuimos con un peque y nos hizo la vida mucho más fácil recomendándonos platos y adaptándolos al pequeño, su atención fue de las que te hacen volver a un lugar . A destacar las costillas . Recomendable 100% y volveremos .

Vine a este restaurante por una recomendación de amigos muy cercanos. El interior esta muy bien cuidado y detallado. El servicio siempre atento y agradable. La comida, yo soy vegana, estaba muy buena, especialmente la salsa barbacoa casera que hacen ellos y las patatas fritas. Es uno de los pocos sitios en los que he podido consumir un postre vegano delicioso, helado con frutos del bosque y trozos de chocolate negro, simplemente espectacular para quitarte el antojo a dulce después de comer una hamburguesa enoorme. También tuvimos la oportunidad de probar cócteles clásicos como un dry martini, un bloody mary, un daikiri, y un mojito. En definitiva, muy contenta y lo recomiendo 100%

Fuimos a cenar y nos encantó tanto calidad precio como el servicio. Tanto Renato como su compañero muy atentos y amables en todo momento. Nosotros nos pedimos el costillar y la pasta artesanal y sin duda volveríamos a repetir. Muy bueno y recomendable!

Lo primero, la atención telefónica fue exquisita, con espíritu de ayuda, conseguimos una mesa para dos un sábado noche en el centro de Madrid y a hora razonable. Una vez allí nos atendieron tres camareros con un trato y profesionalidad digna de destacar, con mucha vista y sabiendo vender, mirando por el interrés de la casa y tambien la satisfacción del cliente, vamos, genial aunque les costó tomarnos nota, ahora con los codigos bidi es dificil discernir cuando el cliente ha terminado de elgir, antes con dejar la carta en la mesa se veía que se había decidido. Lo platos en cambio llegaron ràpido, y lo que pedimos, cazón, tartar de salmón y costilla estaban genial, cada plato en su ámbito destacaba, pero el tartar, y sobre todo y esto es importantísimo, las costillas, son superiores, las costillas son simplemente las mejores que he probado de los cientos de restaurantes que he visitado, se cocinan cerca de 3 días a baja temperatura, se cortan con dejar el cochillo en la comisura de los huesos, con unos cuchillos que me gustaron mucho, (hasta en eso se ve el esmero, estaban muy bien afilados.) El ambiente era cálido y tenue pero no destacaba con lo que se puede ver hoy día, cumplía y daba un toque íntimo que me gustó por haber ido en pareja, quizá para un grupo resulte algo oscuro. En cuanto al precio, para lo que ofrecen es económico, ojo, no quiero decir en plan caviar a precio de caviar, entonces te dejas 100 euros por cabeza que es lo que vale, no, quiero decir muy muy bien de precio, el plato màs caro son 24.95 y comen dos. Repetiré porque dudo que me den de comer tan bien a ese precio, en muchos sitios. Eso si, ojo con el vino, pero sobre todo con el cocktail para converir el ceviche en experiencia pues sube la cuenta 23 euros, hablamos de un coctail rico pero escaso, la idea es beberlo a sorbos pues es cítrico y compaña bien al playo, pero sale la copita a 12 euros casi, y eso encareció la cuenta sobremanera, fallo nuestro no preguntar. Por lo demàs, sobresaliente.