Alfonso González Gómez
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Está bien, comimos buen cachopo aunque tampoco era muy grande. Además nos hubiera gustado tener mesa normal (cuando entramos no había disponible, pero antes de traernos la comida ya había huecos libres y sin embargo nos dejaron en las mesas y sillas altas cerca de la barra, sin preguntarnos si querríamos un cambio) y beber sidra (se les había agotado a la hora de la comida)
Espectaculares los cachopo que compartimos mis amigos y yo. El entrante de endiviss también estaba delicioso. Presumen de su tarta de queso, tengo pendiente probarla. La sidra estaba calentita pero los camareros dan un trato agradable y respetuoso.
Sorpresón el que me he llevado hoy. Tradicionales ya para mi las jornadas del cachopo en Madrid y he de decir con grata sorpresa que uno de los mejores que he probado. Y han sido unos cuantos. Mención también para las croquetas de fabada y los ricos postres caseros, ademas de la profesionalidad y simpatía en el servicio. Bravo.
Me he recorrido todos los templos madrileños del cachopo en las diferentes jornadas del mismo y fuera de ellas y he de decir que hoy me he llevado una gratísima sorpresa al probar si no el mejor, uno de los mejores, por textura, sabor, calidad y preparación que he comido a lo largo de estos años. Escribo estas letras todavía salibando por semejante homenaje a los estómagos, igual este hecho me hace no ser todo lo imparcial que debiera. Totalmente recomendable, el Degüelle, olé y olé !! (mención muy especial de las croquetas de fabada que nos han servido de entrante)
Tanto el pastel de cabracho como el postre (coulant de chocolate) fueron 100% caseros y además del cachopo pudimos elegir los ingredientes: jamón, cecina o lacón y queso normal, manchego o de cabra. Desde fuera parece un bar normal y no te esperas que la cocina esté a este nivel. Súper recomendable
Un buen restaurante para tomar cachopos y otros platos tradicionales de la comida asturiana.
Es importante reservar con antelación porque el local no tiene muchas mesas y puedes quedarte sin sitio. Además las reservas son para toda la comida/cena.
Tienen sidra asturiana que puedes escanciar en la mesa si quieres (con tapón ayuda).
Un sitio que destacaría la calidad de su comida. Todo rico (solo un pequeño detalle, las croquetas ligeramente frías por dentro).
Raciones de tamaño justo, lo que hace que sean un poco caras (ej. Creo que deberían evaluar ofrecer un chupito de la casa ante cuentas de cierto importe)
Local pequeño pero acogedor.
Resumen: volveré.
Siempre que puedo lo visito, suelen renovar la carta de cuando en cuando lo cual es de agradecer. Los cachopos son espectaculares pero por lo general todos los platos están bastante bien. Los postres insuperables.
El trato, excepcional. Pedimos croquetas, muy buenas, ensalada de ventresca con un tomate buenísimo y ventresca de calidad y medio cachopo muy bien preparado y realmente bueno. Relación calidad precio inmejorable.
Emulando al genial Pepu: CA-CHO-PO (en vez de su acertadísimo BA-LON-CES-TO)
Delicioso el de picadillo de chorizo.
Hay un chef, de nombre Sergio Sáez García, que los borda.
DAN (Deleite Asturiano Máximo)
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