Un diamante gastronomico escondido en el Mercado de Antón Martín, un sitio pequeñito y de atención cercana y cordial. Cocina de mercado y personal de su chef Jorge González ,con producto de primera, con referencias a platos castizos como los callos de pata y morro, untuosos nivel Dios. Los langostinos crujientes espectaculares, croquetas muy cremosas y las tartas tanto la de chocolate como la de queso hecha por ellos con 4 tipos de quesos cántabros, algunos premiados...es para llorar....
Se agradece y sorprende el pan que te ponen , de una de las mejores panaderías artesanas de Madrid ....tantas veces desprestigiado por restaurantes de nivel.
Felicidades! Volveré...
Hemos ido a SINCIO por primera vez y ¡qué maravilla! Una comida muy rica con productos de la tierra y una presentación espectacular. Como imprescindibles el carpaccio de gamba y el aguachile, buenísimo. ¡Además tienen platos especiales fuera de carta! Súper recomendado ❤️.
Me lo recomendaron hace un tiempo y no me defraudó en ningún sentido. Excelencia en los platos, se nota que la comida se elabora con mucho cariño, buen gusto y productos de proximidad. Nos encontramos "como en casa" desde el principio, gracias a la cercanía de todo el personal, especialmente por parte de la dueña. Una joya en el Mercado y una relación calidad-precio excelente.
Increíble comida y servicio! Fuimos dos veces durante nuestra estancia en Madrid por una semana de lo bueno que está, imperdible!
Miguel Ángel Martín Esquivel
+5
Seamos serios, si quieres comer bien, con un buen vino y un buen precio, pásate por Sincio. No busques estrella, ni postureo, eso sí vas a encontrar una cocina de autor auténtica, que no te va a dejar indiferente. He ido varias veces y hoy me regalado con unos puerros confitados, una pochas con setas, un arroz meloso con rabo de toro y de postre tarta de choco y tarta de queso. Todo bañado con un magnífico vino y un servicio de petit comité, ¿Qué más quieres a un precio de menú del día?
Mi favorito de la zona. Cocina de primera a precio de mercado con excelentes productos y atención cercana y amable. Es indispensable reservar los fines de semana o arriesgarse a no poder disfrutar de su buena carta. Muy recomendables el Prawn Roll, el arroz en cualquiera de sus preparaciones y la tarta de queso.
Cené allí y sólo puedo decir cosas buenas. Muy buen servicio y una mejor cocina, lo cual tiene mucho mérito dado el tamaño de ésta frente al número de mesas. Todos los platos estaban genial. Un sitio que me sorprendió, para repetir.
Fui por casualidad al mercado y comí excelente!!!! El chef un mago!! Y la atención de Maria! Es un encanto!
Todo riquísimo. Lo super recomiendo!!!!
Lugar acogedor en el mercado de Antón Martín.
Trato muy cercano por parte del servicio y una comida cuidada y de calidad, de un sabor exquisito.
Nuestra debilidad las Costillas y la Tarta de Queso. La de Chocolate también está increíble y, de la nueva carta, el Brioche de Panceta.
La última vez que fui nos decepcionó la Tarta de Queso... Y los platos de esta temporada son más flojos en general, pero igualmente muy buen trato
![4]( "Recensione")
Puesto del mercado que se encuentra en la planta baja.
El sitio tiene mesitas en el pasillo y luego alguna en el interior de su local. Es un poco más frío el pasillo y ahora en invierno llegando a ser un poco incómodo incluso si te toca ahí, ya que la puertas están abiertas y se nota esa temperatura.
Con respecto a la comida todo muy muy sabroso, los platos son bastante contundentes, aunque nos dijeron que no, en mi opinión tienen un tamaño bueno, no son escasos en cantidad, algo a agradecer porque tampoco es muy barato. Creo que está acordé calidad cantidad.
Probamos puerro con salsa romesco espectacular, luego pulpo también muy sabroso y tierno, y por último el steak que lo pedimos con un punto más de picante y estaba excelente, acompañado de un pan especial.
Pedimos pan también a parte para los otros platos con un poco de olivada que trae de acompañamiento.
La tarta de quesos cántabros otro sobresaliente.
Nos quedamos con ganas de probar fideua y arroz, así que habrá que volver porque merece la pena.
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