Sorprendente la carta, que bueno todo!, hemos disfrutado un montón de la cena , además, el servicio de lo más atento y encantador. Volveremos sin duda. (Me encanta tener referentes de Zahara en Madrid) �
Llevo años siendo Zokainómana entre el de Zahara y el de Sevilla... Era tan necesario un Zoko en Madrid! La calidad es más que Suprema! Los platos son un regalo para los sentidos! Solo puedo dar 5 estrellas pero si me dejaran les daría 20.
Si te gusta el atún de calidad en todas sus versiones y cocinados, este es tu lugar. Espectacular la manera de tratar el producto principal destacando las croquetas y su plato estrella.
Además, la camarera que nos atendió majísima y atenta.
El sitio está genial ubicado y con una decoración muy potente.
El servicio fue amable y ágiles.
Hasta las 20:00, no abrían cocina así que, solo podíamos pedir platos fríos y algún caliente como entrantes. Aún así, la calidad era muy alta, concretamente la ensaladilla de atún salvaje, estuvo exquisita. No pudimos pedir más porque la mesa estaba reservada para otras personas y nos trajeron la cuenta.
La próxima vez reservaré e iré a partir de, las 20:00, porque la carta tenía muy buena pinta.
Me habían recomendado ir a este sitio a probar el plato típico de este restaurante (no me deja enviar la reseña si pongo el nombre), pero no tuvimos suerte porque no había, por eso nos dejamos aconsejar por la persona que nos atendió. La comida está muy bien presentada y el producto es magnífico. Los tacos de camarón me parecieron espectaculares, y el tartar de atún y vaca, una delicia
Reservamos online y solo te permitía seleccionar salón por lo que nos sorprendimos cuando al llegar nos pusieron en una mesa alta pegada en la ventana en la zona de bar, sin espacio para movernos, que además estaba inclinada. Era un jueves a mediodía y había bastante espacio. Pedimos cambiar de mesa y nos cambiaron a otra en el salón pero también alta. No era demasiado cómoda, pero bastante mejor que la primera y sin inclinación. Pedimos de entrante las croquetas de atún, que estaban ricas, los buñuelos de payoyo que eran ok y el brioche de calamar y morcilla que estaba realmente buenísimo, lo que más me gustó. Para beber tomé un pisco sour que también estaba muy rico. De platos principales comimos las gambas al ajillo que fue lo que menos me gustó. Eran escasas estaban bastante sosas y aguadas, supongo que del huevo poché, que no lo habrían secado antes de echarla a la cazuela. Luego comimos el tartar de ventresca de atún (hubo una equivocación en la comanda y primero nos trajeron la ventresca pero lo solucionaron muy rápido). El tartar estaba también muy rico, lo segundo mejor tras el brioche. De postre quisimos pedir la tarta de lima y la de queso payoyo pero no tenían tarta de lima (si solo tienes tres postres en la carta estaría bien que tuvieras los tres...). La tarta de queso payoyo, servida con helado de galleta, era contundente y estaba bien. Con dos copas de vino y agua nos gastamos 110€. Quizá un poco caro por la incomodidad de las mesas, aunque más o menos en la media de la zona. Respecto al sitio es un poco quiero ser Dabiz Muñoz y tengo la pared llena de pintadas porque soy rebelde pero esa rebeldía no casa demasiado con la propuesta gastronómica, al menos en mi opinión. En general comimos bien y hubo cosas que nos gustaron mucho (croquetas -aunque un poco suaves de sabor-, brioche, tartar y tarta) y otras mejorables (no recomiendo las gambas al ajillo). La atención fue buena pese a que era evidente que la sala necesitaba más personal, al menos si vas a pagar ese precio por cubierto.
Espectacular.
La comida es fantástica. La presentación es fantástica. La atención es fantástica. Y el precio, razonable para la zona en la que está el restaurante y la calidad de la comida.
Además, si tu mesa da al ventanal de la cocina, podrás ver el increíble desempeño de los cocineros.
Repetiremos, más que seguro.
Comida muy rica y con muy buena presentación, atienden rápido y bien y el lugar es agradable. La cocina abierta siempre da un plus especial. Sin embargo hay un poco de ruido, no tienen mucha variedad de cerveza y con la bebida y el servicio sale un poco caro. Pero en general bastante bien, tengo que volver a probar el arroz.
Un sitio con bastante ambiente y en el que destaca el atún. He ido varias veces, esta bastante bien. Aunque uno de sus platos más famosos de atún, no es de mis favoritos (el precio no compensa la cantidad), así que siempre suelo optar por otros: , costillas, empanada, arroz, berenjena…. En general casi todo esta bien. El sitio tiene una decoración muy chula, e incluso para tomar copas está muy bien, sin embargo recomiendo reservar en la planta de arriba, la de abajo es más aburrida.
Me encantó la experiencia. Sitio agradable, muy bien decorado en relación a la tematica del atún y musica moderna. Destacar el plato de ensaladilla, flamenquillos y el tartar de atún. Volveré a probar más platos.
De recomendación en recomendación y todo un descubrimiento. Es lo bueno de dejarse llevar. Brutal la pornografia de atún que sin duda me tuvo en éxtasis un par de horas. Después un arroz negro (sin gluten) para ponerle un piso. Añado el “sin gluten” porque aunque no lo pone en la carta, se puede hacer. Esta sería la única “pega” que podría poner y creedme no lo es pero considero que ayudaría mucho que apareciera en carta los platos que tienen opción a prepararlos sin gluten. Y digo esto porque prácticamente todos lo llevan y aunque los camareros que son encantadores te los digan, nosotros tuvimos que preguntar por opciones dado que íbamos con una celíaca. De nuevo repito no es una crítica mala, pero hay celíacos que no preguntan se entiende que debe haber opción para ellos y si no la ven en carta… Dicho esto, la cena maravillosa. Hacía mucho que no disfrutaba tantísimo un arroz.
No lo conocía y me ha encantado. Local moderno y decorado estilo inglés y desenfadado. Atención muy buena, los camareros atentos, rápidos y agradables y la comida me ha gustado muchísimo a pesar de que las cantidades son algo escasas. Especialmente me encantó la empanadilla, distinta, muy sabrosa y un toque picante, los flamenquines, también se salían de lo habitual y muy buenos, la ensaladilla rusa, diferente y no sigo porque en realidad, nos gustó muchísimo todo lo que probamos. Los postres espectaculares. Muy buena opción y recomendable.
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