Café De Oriente

Desde el principio, la sala espaciosa, el servicio excepcional y muy educado. Fuimos a comer en la sala de abajo y la experiencia fue fantástica. Te tratan con mucha cortesía y nos dieron puré de boletus complementario y un postre de tejas y trufa de cortesía. Pedimos las croquetas, que estaban espectaculares, los huevos con jamón, bastante ricos también y la tabla de quesos, que estaba rica y bien presentada. De platos principales pedimos presa ibérica y arroz meloso de marisco y estaban ambos espectaculares. La selección de vinos es muy buena y en general estamos muy contentos con la experiencia. Destacar el servicio que fue muy agradable y de calidad, así como los platos de cortesía. En todo momento nos sentimos acogidos y tratados adecuadamente. 10/10 volvería a repetir. La relación de calidad, cantidad y precio es excelente.

Un lugar emblemático en un marco único. A pesar de ser un grupo grande y tener que tomar en cuenta diferentes ideas y sensibilidades el personaje fue paciente amable y todo el mundo salió contento y satisfecho con una cena informar en terraza a base de picoteo. Muchas gracias a Rocío y al equipo por su paciencia y profesionalidad

El café es un lugar con mucho encanto, con una decoración clásica y elegante, de esos sitios que siempre te recomiendan visitar. Pero por otra parte para ser un lugar donde la elegancia rebosa por su decoración la atención por parte de los empleados no va en concordancia. Jamás me había ocurrido que pasaran olímpicamente de mi cuando he ido a un restaurante o cafetería. Entramos en el café y la señorita que nos atendió con mucha formalidad nos dijo dónde podíamos sentarnos, lo hicimos y en ningún momento nadie nos ofreció la carta o nos preguntó qué queríamos tomar, al menos 10-15’ sentados mientras camareros y otros empleados pasaban por allí sin prestarnos atención. Tuvimos que pedir en un par de ocasiones si nos traían la carta y después de conseguir pedir lo que íbamos a tomar, perdí la cuenta del tiempo que tardaron en traernos las infusiones, estuvimos a punto de marcharnos. Una vez trajeron estas, la mia no era la que había pedido, pedí un té de frutos rojos sin teína y me trajeron un té de Ceylan. Se lo dije al camarero y me volvió a traer otro te que tampoco era el que pedí. Al final desistí por no disgustarme y me tome lo que quiso traerme. También decir que no casa demasiado tanta elegancia en tazas y jarrita para el agua con un té normalito en sobre de papel, de lo más corriente. A veces la fama supera la realidad.

Un lugar maravilloso , a la vanguardia con aires de otra época, paré allí con unos clientes en medio de tour privado en bicicleta buscando un lugar agradable donde hacer una parada, y obviamente los alrededores del palacio son un entorno inmejorable, mis clientes quedaron realmente encantados y yo también, muy muy recomendable

Agradable terraza con bonitas vistas al palacio real y al teatro de la ópera... comida rica y raciones generosas. Destacable su tarta de queso y las verduras a la plancha... He ido ya varias veces y sin duda repetiría. Personal correcto. Precios algo elevados pero con esas vistas y el buen producto que usan, lo justifica...

Restaurante con zona de bar y una espléndida terraza en plena plaza de Oriente frente al Palacio Real. Fue inaugurado en 1983 y su decoración recuerda a los antiguos cafés de principios del siglo pasado, como sucede con su hermanos "La Botillería" y "El Alabardero" muy próximos y pertenecientes también al grupo Lezama. En la planta baja hay un salón abovedado de ladrillo (del restaurante), y forma parte de los restos de un antiguo convento del siglo XVII. El salón de arriba y de abajo son preciosos, se nota el gusto de su creador y las ganas de recuperar parte de lo perdido, de los antiguos cafés antiguos de Madrid. Una maravilla! Aquí tenía Antonio Mingote una mesa donde escribía cada día las viñetas del ABC. Está mesa aparece con una vitrina con recuerdos suyos La cerveza muy bien tirada, me la pusieron con la mayor cantidad de aceitunas que nunca me hayan puesto. Siendo del grupo Lezama,.se tiene que comer muy bien aquí!