Fuimos un grupo de 8 a cenar y recibimos muy buena atención en todo momento por parte del camarero, Alberto, quién siempre nos atendió con una sonrisa. En cuanto a la comida, relación calidad-precio estaba bien, parece que los platos están pensados más para compartir. Lo único malo, diría que tal vez estábamos un poco justos en la mesa. Local muy elegante.
La comida estaba toda muy buena y el servicio es rápido aunque poco atento. Admiten reservas a las 23 y a las 23.30 cierran la cocina por lo que no te da tiempo a pedir mucho, eso sí, sirven postres
El local es muy grande y bonito y está preparado para grupos.
Buena opción para un menú del día diferente. Yo escogí el menú del día normal y puedes elegir 3 platos de una selección bastante amplia y también incluye bebida y café o postre.
Elegí los rollitos de gamba y mango que fueron mi plato favorito, el pollo caramelizado, que rstaba rico de sabor pero muy duro y el nigiri de salmón que estaba pasable. También probé las gyozas y sí que me gustaron más.
De postre escogí el yogur con oreo y muy rico.
Por el precio que tiene y la ubicación que tiene muy bien, el local es bonito y se está bien. El servicio un pelín lento y los platos iban saliendo a ratos pero no estuvo mada mal en líneas generales.
El servicio excelente. Camareros muy amables y te asesoran en lo que necesites. La comida también estaba muy rica. No le doy 5 estrellas porque algunos platos me parecieron escasos o en su caso muy caros para la poca cantidad que ponían. El tinto de verano y el coctel expectaculates.
Es un restaurante con buena ambientación e ideal para ir en grupos. La verdad que tiene buena atmósfera para charlar mientras se cena.
La carta está compuesta por muchos platos de pequeñas cantidades, todos, más o menos, por un precio similar.
Nos gustaron bastante la bandeja de sushi y las gyozas, pero lo que más, el tinto de verano con espuma de maracuyá (estaba riquísimo).
Por lo demás, se notaba que había escasez de personal atendiendo y los platos, para el precio, podían resultar caros.
Fui con mi pareja, me parece que nos atendió un camarero muy majo llamado Diego, y el sitio y el servicio nos sorprendió bastante.
Para comenzar el decorado y el ambiente son muy buenos, estuvimos cómodos en todo momento y bien atendidos.
Nos pedimos 2 menús del día (tres platos+ postre y bebida por 14,50€ el menú), en el que escogimos el arroz pollo tikka masala (con mucha cantidad), milhojas de berenjenas (que nos sorprendió mucho), salteado de arroz, pollo caramelizado crujiente, el bao de pato, las gyozas, tiramisú y yogur.
A destacar, el pollo caramelizado crujiente, para nosotros el mejor plato, el salteado de arroz y el milhojas de berenjenas. Los únicos platos que quizás no nos encantaron fue el bao de pato, el pan estaba bueno, pero no entusiasmaba, y los postres estaban buenos pero se podían mejorar más.
En general, comida muy buena, de calidad/precio de los mejores que hemos ido sin duda y seguramente repetiremos.
Patricia Casado Córdoba
+5
Tuve una experiencia maravillosa en este restaurante, combina la deliciosa gastronomía madrileña con los sabores exquisitos de la cocina asiática. Desde el momento en que entramos, fuimos recibidos Nataly quien se esforzó por brindarnos un servicio atento y personalizado durante toda nuestra comida.
Mi madre y yo decidimos explorar el menú flexible y nos sorprendió gratamente la variedad de opciones emocionantes que teníamos por delante. El Pad Thai estaba lleno de autenticidad y sabor, mientras que el Bao de pato asado era simplemente delicioso. Los Dumplings al vapor se derretían en la boca y los Langostinos tigre eran una delicia irresistible para mí junto al tartar de lo mejor.
No podríamos resistirnos a probar las Croquetas caseras, que eran crujientes por fuera y cremosas por dentro, y el Tuétano con miso rojo era una combinación audaz pero increíblemente sabrosa. El Tartar de atún estaba fresco y lleno de ingredientes de alta calidad, mientras que el Milhojas de berenjenas nos impresionó con su presentación y su sabor exquisito.
En definitiva, este restaurante logra una fusión culinaria excepcional entre Madrid y Asia, creando una experiencia gastronómica que no solo es memorable, sino también única y asequible. La atención de Nataly añadió un toque especial a nuestra comida, convirtiendo nuestra visita en una experiencia inolvidable. Sin duda alguna repetiremos la experiencia para explorar más de sus deliciosos platos.
La comida estuvo espectular. Buena relación calidad precio y muy buena cantidad en el menú flexible. Gracias a Alberto por su amabilidad y buen servicio.
Los platos son pequeños pero de sabor intenso, el servicio rápido y atento y el local amplio. Tomé Tartar de salmón ahumado sobre gazpacho de mango y aguacate, Mejillones gallegos al curry rojo tailandés y Arroz al curry tailandés de langostinos de río al coco, con un tinto de verano con maracuyá, todo delicioso
Un restaurante 10, para repetir 100%
El trato por parte de Nerea ha sido excelente, la comida exquisita, el local muy bonito y el ambiente muy agradable. Muy recomendable.
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