Delicious food with a beautiful view. I would recommend everyone to eat here!
Pablo Javier Perez Perez
+5
Sitio con vistas inigualables.
Servicio espectacular y comida sin muchas florituras pero de calidad y sabor sobresaliente.
Todo perfecto. Comida tradicional con producto de calidad y sensibilidad en las presentaciones. Abundante. El servicio atento cercano y eficaz. El lugar espectacular con vistas a la sierra de guadarrama y salones privados con vistas a Castellana y M30. Si vaís 4 o más personas recomiendo reservar un salon privado. Tiene el mismo coste que comer en la otra parte del restaurante. El acceso al restaurante es algo incómodo ya que hay que pasar un control de seguridad en la entrada y alguien del restaurante tiene que bajar a recogerte. Asi que recomiendo ir cuando se tenga tiempo de sobra. Aun así merece la pena.
Alberto Adrenalina Sintética (Adrenalina Sintética)
+5
Solo he de decir que este sitio es impecable. Comida de 9 y el trato es de 10. Especial mención a Santi. Camarero de 10. Y a Jonny. Metre de 10. El sitio es especial para cumple, aniversario, etc. Bueno fue una pasada. Me sentí en el paraíso. Que vistas!!. Volveré siempre. Y parking genial.
Pedimos boletus, tartar de atún que es lo rojo, solomillo de vaca, y de postre crema inglesa y tarta de manzana. Y una botella de vino de 30€. Luego tomamos dos copas. Ron Barceló imperial y Jonny Walker negro. Total 150€.
Fuimos para celebrar una fecha especial. En la cena el edificio está cerrado y solo se nota el silencio. Cuando haces la reserva te piden el numero de matricula porque en el pack esta incluido aparcar en el parking de Torre Espacio. El de seguridad te indica la plaza donde debes aparcar y luego donde está el ascensor. Subes en ascensor a la planta 0, allí pasas por un escáner y luego te piden identificación. Una persona te acompaña en el ascensor hasta el restaurante. Cuando sales del ascensor en la planta 33 está algo oscuro y no hay ningún cartel que indique donde está la entrada del restaurante.
Pasas primero por una zona con unos sillones, estaba prácticamente a oscuras. Cuando llegamos la primera impresión no fue muy buena. Había pocas mesas ocupadas y la iluminación era bastante tenue. Una vez en nuestra mesa -pegada al cristal- si que impresionan las vistas. Se llevaron los abrigos al ropero. No había música de fondo y en general la gente hablamos en susurros, lo cual es bastante incómodo. La planta 33 tiene doble altura y creo que los ventanales aportan luz durante el día, pero por la noche se echa en falta mas luz, costaba leer la carta.
La carta no es muy amplia. Nos aconsejaron un plato fuera de carta con un producto que habían recibido ese día. Ni mención al precio, se agradecería que dijeran lo que cuesta para que el cliente decida. No me gustan las sorpresas desagradables.
En general todos los platos estaban muy buenos, buena calidad del producto y buena ejecución. Desde las mesas hay una ventana bastante grande a través de la cual se ve la cocina. También destaca el servicio, muy amable y atento, explicando detalles de los platos. Bien compenetrados los camareros con el maître. Pero al no haber casi ruido ambiente parecía demasiado agobiante. Los platos en general bien de cantidad. De aperitivo nos pusieron un vasito (tipo nespresso) lleno solo hasta la mitad con una crema de espinacas (vino templada). Tienen tres tipos de panes (según nos contó el camarero los hacen allí): pan de semillas, pan con aceite de arbequina y pan blanco. Cuando se te acababa te traían de nuevo la bandeja para que eligieras, no hizo falta pedirlo. Compartimos una ensalada de perdiz y la ensaladilla, despues tomamos dos pescados, el cocinado en su punto. El bacalao quizás algo salado. Respecto al postre me decepcionó -para lo corta que es la carta- que no tuvieran ni tarta árabe ni tartas artesanas, eso reduce bastante la carta de postres. No le doy la 5a estrella porque a pesar de la calidad del producto y de las vistas el ambiente es muy mejorable. Todo estaba limpio y ordenado, pero la barra de la entrada muy desangelada, al ser una zona de techos altos de noche parece vacía y triste. Podría haber un piano y alguien tocando para amenizar el ambiente. Y mas luz en las mesas.
Está bien como experiencia único poder cenar en el restaurante más alto de toda España, pero por los precios no es para repetir.
Pese a ser tratados por el personal del parking de la torre de forma un poco borde, tanto los empleados del restaurante como los del resto de la torre nos brindaron un trato muy atento y amable. Sitio agradable, con buenas vistas y comida espectacular. Precio justo por la calidad de los productos, atención del personal y localización del restaurante.
“Restaurante más alto de España”.
Espacio 33 se merece una puntuación alta gracias a estos tres factores:
- Comida de buen nivel
- Vistas inmejorables
- Seguridad
Recomiendo el restaurante ya que es un sitio increíble. Está ubicado en la planta 33 del edificio Torre Espacio de Madrid, cuenta con unas vistas a la capital inmejorables y el trato del personal es extremadamente respetuoso y minucioso con cualquier detalle.
La comida está bien y los tiempos de espera son cortos.
La seguridad es uno de los puntos fuertes, nada más llegar para poder acceder al parking tienes que verificar que eres tú el autor de la reserva mediante DNI, además tienes que pasar un control de seguridad en la planta 0. Después viene un empleado del restaurante para acompañarte hasta este y acomodarte en tu correspondiente mesa.
Algún comentario para mejorar por ejemplo sería que no está bien señalado cuáles son los pasos a seguir para acceder al restaurante por primera vez, es decir, te ves obligado a estar preguntando a todo el mundo que tienes que hacer.
Absolutamente espectacular. Las vistas son inmejorables y el servicio súper atento. Por no hablar de la comida, todo estaba exquisito. Totalmente recomendable, nosotros volveremos.
Virginia martinez espejo
+5
Vistas inmejorables, servicio exquisito. Amabilidad, trato de 11. Experiencia espectacular. Fuimos a celebrar mi 31 cumpleaños y tengo que decir que este cumpleaños no lo olvidaré jamás! Gracias a los camareros y maître por un trato excepcional. Recomendable totalmente. Repetiremos.
Un sitio estupendo. Más allá de las vistas y de ser el restaurante más alto de España, tiene un ambiente íntimo y relajado, muy agradable, y un servicio exquisito. El bacalao al pil pil estaba delicioso, y, sin ser barato obviamente, los precios no son tan altos como pudiera parecer viendo la exclusividad del entorno. Toda la experiencia está cuidada estupendamente.
Las vistas te dejan sin palabras se ve todo Madrid , casi que te olvidas de comer 😅
El personal muy atento y la comida está muy bien. Es el restaurante más alto de España
Miguel Espejel Corvera
+5
Fuimos 2 personas a las 21:00 y estuvo genial. A esa hora, al tener el comedor (que no las salas privadas) orientación oeste, vimos el anochecer durante la cena (era mayo) y las vistas eran impresionantes, en la foto no se aprecia lo suficiente. La comida estaba muy buena y comimos por 55€ el cubierto pidiendo 2 entrantes a compartir, un plato por persona y un postre por persona. Yo cogí el steak tartar de plato principal y estaba muy muy rico, aunque es para gente a la que le guste el picante.
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