Zíngara

Soy amante de la carne, pero sin duda el zíngara sorprende. Comida muy rica. Recomiendo las patatas baba, increíbles !! Los noodles van por gustos y los sorrentinos riquísimos. El postre aunque el chocolate está un poco fuerte, el conjunto con la galleta y el helado de pistacho hacen que sea un bocado delicioso.

Espectacular sitio que nada más entrar por la puerta te transporta a un lugar de ensueño en el que todo hace que sea una experiencia única y maravillosa. La comida, es una pasada! Todo está exquisito y sin duda, sorprende que sea un vegetariano, por lo sabroso que está todo. Los cócteles, que decir, que te podrías poner a probarlos todos, uno tras otro. Y eso servicio, es maravilloso, atentos, simpáticos, majos… qué más se puede pedir! Hay que ir porque es un sitio genial!! ENHORABUENA!!

El ambiente y su servicio destaca sobre todo en este local, es pequeño y acogedor, no apto para grupos grandes(solo hay un pequeño reservado en la planta baja para algo más de lo que entran en las mesas de la superior, que serían unas 4-6 personas según la mesa) eso lo convierte en un sitio intimo y su tenue luz le dan un toque romántico. La comida ya es otro cantar, es un restaurante vegetariano y eso no gusta a todo el mundo, personalmente me gustó, pero tampoco es para tirar cohetes, en algún plato algo soso y en otros sorprendente. Recomendaría los noodles de batata, que fue lo que más triunfo de lo que pedimos. El precio no es exagerado, salimos a 35 euros por cabeza comiendo bien, pero abusando del pan, pues las raciones son algo escasas para los grandes comedores. Tienen un servicio de agua y pan con humus ilimitado por tres euros por comensal, que me parece correcto. En resumen un sitio agradable para una cena romántica en la que sorprender a tu pareja, no apto para grupos numerosos.

Sorprende este restaurante por su oferta gastronómica. Al ser un restaurante vegetariano uno espera ensaladas y tofu pero con una carta de inspiración asiática, Zíngara ofrece unos platos con mucho sabor y muy bien hechos. Con un precio medio de entre 35 y 40€ la carta está dividida en entrantes para compartir, primeros platos, principales y postres. En los entrantes, muy ricos los saam coreanos, con un toque picante, las patatas baba (que son patatas bravas pero presentadas en milhojas) y los chipá, que son unos panecillos de queso con un toque agridulce. El los primeros la burrata es generosa y lleva una mezcla curiosa. En los platos principales destaca la milanesa de berenjena, que siendo un plato sencillo está muy bien resuelta con el gratinado de queso y un ligero toque ahumado. Los noodles de boniato sorprenden y están muy ricos. En los postres el cremoso de chocolate falla un poco, con un helado de pistacho y unos cacahuetes caramelizados, se queda un poco plano. El agua filtrada con pan ilimitado por 3€ alivia la cuenta y se agradece. La oferta de vinos escasa. Tienes la opción a cócteles a unos 12€ aprox. El servicio muy atento y rápido. El ambiente es recargado. Poco espacio entre mesas pequeñas y algo ruidoso. Y con poca luz. Es un local pequeño demasiado bien aprovechado. Tienen un reservado para 8 en la planta baja.

Mi nuevo lugar favorito en Madrid. Además de tener una carta variada en sabores y platos (muy sabrosos!) tienen una coctelería de lujo. Cuando entras a zíngara sentís que entras a un portal que te transporta en el espacio y tiempo, su decoración y atmósfera te hacen vivir una experiencia que te dejan siempre con ganas de volver. El sector de la bodega es mágico, ideal para reuniones íntimas. Probé casi toda la carta y me gustó todo, entre mis favoritos están los chipas, las ribs de choclo y la milanesa de berenjena. El flan es un delirio de lo rico que es. Y mis dos cocktails favs son, fetem fetem y mecha corta. Por último quiero destacar la atención de todo el personal y sobre todo de sus dueños Mercedes y Agustin, atentos y amables en todo momento. Sin dudas va a ser mi parada obligada cada vez q vaya a madrid, recomiendo que sea la tuya también.

Es un concepto diferente que recomiendo probar. El restaurante esta ambientado en la cultura gitana nómada y se nota tanto en la musica como en la decoración. La comida es vegetariana pero no se echa de menos nada, ya que tiene platos muy sabrosos y con buena cantidad. Quizás tiene poca variedad en la carta. El servicio fue encantador, nos recomendaron y aconsejaron en todo momento y estuvieron muy atentos.

¡Que lugar tan canchero! Me encantó el ambiente, la decoración & la música. Los camareros muy amables y atentos. La comida y los cócteles deliciosos, realmente disfrutamos de una cena de a dos! Porciones abundantes para compartir y sabores variados. Volveremos a probar el resto del menú. Recomiendo ir de a varios y compartir los platos.

Vegetariano a muy bien de precio y calidad buena de la comida. Pedimos algo similar a buñuelos de alga, patatas bravas con salsas, espárragos con salsa miso, aguacate a la brasa, maíz estilo barbacoa (súper rico!) y tacos de setas. Con 2 copas de vino y sin postre fueron 28€/persona. El restaurante está decorado con muy buen gusto, luz tenue mezclada con leds de ambiente. Seguro que volveré

El restaurante Zíngara en Madrid ofrece una experiencia culinaria excepcional y única. La atmósfera cuidada y detallada crea un ambiente encantador que te transporta a otro lugar. Desde la música seleccionada con esmero hasta los camareros vestidos de manera acorde con la decoración, cada elemento contribuye a crear una experiencia completa y memorable. Celebrar nuestro aniversario en Zíngara fue una elección acertada. El ambiente romántico y sofisticado del lugar brinda el escenario perfecto para una ocasión especial. La atención y el servicio impecables de los camareros te hacen sentir bienvenido y atendido en todo momento. Pero no solo la atmósfera es destacable, la comida del restaurante es excelente. Los platos están elaborados con maestría y presentan una combinación de sabores exquisitos. Cada bocado es una explosión de deleite para el paladar. La dedicación y el cuidado que se ponen en la preparación de cada plato son evidentes y se reflejan en la calidad y el sabor de la comida. En resumen, el restaurante Zíngara en Madrid ofrece una experiencia completa que combina una atmósfera cautivadora con una comida excepcionalmente buena. Es el lugar perfecto para celebrar ocasiones especiales o simplemente para disfrutar de una velada inolvidable.