Restaurante Libélula

Fuimos entre semana, y el sitio es muy bonito, la camarera muy simpática. Tienen comida variada y está muy rica. Probamos los Bao para compartir y una tostada cada uno (Una con foei y otra con queso brie) estaba todo rico. De postre tarta de queso casera, lo único es que tenía demasiado sirope y eso le quitaba sabor a la tarta. Volveremos seguro.

Excelente este restaurante tan bonito y elegante que desafortunadamente cierra en unos días de manera definitiva. La buena noticia es que la cocinera y camareros, que son una maravilla, se mudan al local La Vecinita, que está a unos 500 metros y que es una maravilla. Allí se come genial y está siempre lleno. Por ello, no es un adiós sino un hasta luego. El tomate relleno de mousse y pesto está delicioso, así como el rape con patatas o ensalada. Los camareros súper majos.

Como aqui todos los días, por el trabajo, la comida es de buena calidad, y esta bien preparada, no deja nada que desear. El precio me parece más que razonable, por una comida completa con derecho a bebida, café o postre. El local es precioso, muy agradable y cómodo tal, como la atención de el personal. Muy recomendable

Un buen sitio para una comida rápida. La calidad, decente. Los precios, decentes. La atención, por encima de la media, muy bien. Los baños, decentes. Lo único más regular, y por eso cuatro de cinco estrellas, es que la carne tienen a hacerla un poco demasiado. Pero lo compensa la cerveza y la simpatía de la atención. Sin duda, recomendable.