La Terraceria

Una de las mejores terrazas de Madrid. Un sitio con un espacio único. Se llena de familias - se encuentra en el interior de un parque- está todo muy aprovechado con varias terrazas y una zona interior muy cómoda y luminosa. El personal muy amable. No me pusieron pegas a lo típico :) - dejar el móvil cargando- y siempre atentos. Picamos unas tiras de pollo que no estaban nada mal, no cenamos más , fue más reunión de amigos con cervezas- no son baratas, eso sí, eran dobles pero una precio quizá acorde con la zona- . Tienen menú de día y carta con numerosos platos muy apetecibles. Una peno no haber sacado más fotos. La terraza de dentro es con césped y muy agradable para estar en estas tardes noches de verano. En definitiva, se trata de un lugar muy cómodo para estar con familia o amigos en una terraza sin tráfico alrededor, sin ruido y muy a gusto. Se trata de un sitio con mucho movimiento en fin de semana por la comodidad de sus instalaciones, su ubicación adecuada para aparcar esos fines de semana, pero de diario su oferta de menú y la gran cantidad de mesas que tiene, le convierte en una muy buena opción para elegirla tanto en una comida de negocios como con amigos y allegados. No te la pierdas y la disfrutar Prometo volver a comer una de sus carnes u otro plato este verano

Restaurante por la zona de Príncipe de Vergara - Costa Rica. Ambiente agradable sobre todo para sacarle el máximo partido a la terraza al aire libre para disfrutar del buen tiempo. Servicio agradable y eficiente. Los entrantes de la carta muy buenos. Pedimos cazón (fresco y muy bien adobado) y rabas de calamar (fantásticos). Las carnes perfectas y en su punto. A destacar el chuletón. El único pero son sus postres, la tarta de queso estaba por debajo del nivel del resto de lo que pedimos en la carta: realmente pequeña, y el dulce de leche camuflaba por completo el sabor del resto. Precio de rango medio-alto.

Exquisitos arroces y buena carne. Tiene de todo: terraza exterior, interiores, terraza al lado de un parque infantil. Perfecto para ir con tu familia o un grupo de amigos. Eso sí, imprescindible reservar. Yo recomiendo llamar primero, decir lo que buscas y que te digan dónde de su amplio local pueden darte sitio. Yo comí arroz con bogavantes, carne a la piedra y pastel de manzana. Recomendaría Fervorosamente las mismas opciones.

Buen sitio para ir en familia y con niños. Es un pabellón con dos terrazas diferentes, una con jardín interior y otra exterior, además de mesas rodeando el edificio con toldos automáticos, lo que facilita una sombra acogedora. En la decoración prevalece la madera y el cristal. Los desayunos están bastante bien, con pan con tomate, bizcochos o croissant a la plancha. Los cafés y zumos están buenos. Y también es una buena opción para comer o cenar en un entorno agradable. Son bastante amables y rápidos. Se encuentra dentro del jardin dedicado a Miguel Ángel Blanco, pudiendo aparcar en zona azul en el entorno.

El sitio está bastante bien y además tiene una terraza enorme tanto interior como exterior. Fuimos a cenar y aunque estaba bastante lleno, nos atendieron rápidamente Cuando pedimos un cambio de mesa para quedar bajo cubierto y resguardados del frío, nos dieron una mesa al lado de unas estufas donde se estaba mucho mejor. Comimos en general bastante bien. Las carnes están hechas al carbón y son lo mejor de la carta. Las verduras asadas también son muy recomendables. Al final pagamos en torno a los 110 euros con botella de vino y postres. Éramos cuatro personas así que salió bastante bien la cuenta. La verdad recomiendo este sitio definitivamente.

En los tiempos que corren, una opción perfecta es ir a una terraza. Tenía muchas ganas de ir a ésta y no me ha decepcionado. Los dos puntos fuertes han sido: el trato de los camareros (rápidos y eficaces además de amables) y la localización: una amplia terraza con muchas mesas y separadas entre unas y otras. La carta es muy amplia y hay muchas opciones donde elegir. Pedimos al centro ensalada de pimientos y ventresca, cazón adobado, berenjenas rebozadas con salmorejo, croquetas de jamón y huevos rotos. Pedimos unos postres que fueron pastel ruso, tarta de queso con dulce de leche y tarta de chocolate. Salimos a casi 30€, 6 personas con bebidas y copas incluidas.