A'barra

A sido una experiencia increíble en todos los sentidos, nos atendieron increíble una mesa de amigos dentro de la cocina viendo como fluye el mundo de la gastronomía en una conjuncion de sabores y texturas a través de un menú maridaje delicioso. Fuimos atendidos muy bien y con mucho protocolo, un servicio cercano, amable gran recomendación de vinos. El lugar es muy lindo elegante y moderno. Con una gran selección de vinos. Se nota porque tiene estrella michelín. Ahora empieza el momento de probar otros lugares a la altura. Pero esta claro que en la sencilla esta la calidad.

Un restaurante para celebrar ocasiones especiales y disfrutar de un menú degustación que te sumerge en un auténtico viaje por la sensibilidad, la elaboración y la puesta en escena de una oferta culinaria que toma como punto de partida los productos de temporada. Paso a paso, y así hasta 12, A'Barra nos hace vivir una experiencia sublime en el que la sutileza es la nota predominante de un restaurante reconocido por sus estrellas y soles.

Una experiencia maravillosa. Fuimos a celebrar nuestro aniversario y pedimos de carta. Primero tomamos la mantequilla y aceite que ponen con un pan delicioso. Como aperitivo, a mi en concreto por estar embarazada, me sirvieron escabeche de zanahoria con tartaleta de guisantes. Pedimos puerro tostado con caviar y velo de anguila. Muy bueno y suave. Arroz Carnaroli con gamba roja. Muy rico. Rodaballo salvaje (estaba buena la salsa pero he probado otros rodaballos mejores) y bogavante. De postre: crepes que te cocinan delante de tu mesa. Increíbles. El servicio estupendo, muy amables y muy atentos de todo, sirviendo vino y agua constantemente.

🏛️ Templo Gastronómico de Madrid ✅ Elegante, discreto y selecto ✅ Productos de calidad, ibéricos de Joselito (ya lo dice todo) ✅ Mezcla de platos tradicionales con elaboraciones vanguardistas. ✅ Algo tan sencillo como el pan, lo hacen un deleite para acompañarlo con mantequilla o aceite, lo sirven recién hecho de masa madre. ✅ Servicio de calidad, ágil y discreto. 📝 Experiencia gastronómica en una de las salas privadas del restaurante. He ido varias veces por motivos laborales en mi caso siempre con gran satisfacción.

Una experiencia muy satisfactoria desde antes de entrar, donde te topas con un amable aparcacoches, seguido del personal de recepción, los camareros y el sommelier. Fuimos por carta y en los entrantes nos decantamos por medias raciones (curiosa y grata opción para un restaurante de este nivel) para probar varios platos. Los principales, exquisitos: Rodaballo y Steak tartar de vaca rubia gallega acabado en mesa. Los crêpes, elaborados en mesa también, deliciosos. El ambiente de la sala era muy agradable, donde si no recuerdo mal, había únicamente 6 mesas. 200% recomendado 👌🏻