Pic & Nic Malasaña

La comida está muy rica; las porciones las sentí muy bien (la ensalada parecía no acabar nunca y estaba muy rica). La relación cantidad/precio me pareció buena y muy buen servicio. Me hubiera gustado que tuvieran alguna opción de postre (tipo un brownie o algo del estilo) que no fuera helado, para cerrar la experiencia.

Comimos a mediodía, con el menú que tienen de lunes a viernes (12€). Nos pedimos los sandwiches Woody y Archie, que estaban muy buenos. Para acompañar nos pusieron patatas normales y también unas de boniato que nos trajeron extra para que las probáramos. Además el menú incluye bebida (generosa jarra de cerveza) y café. El trato del camarero fue genial. Como única sugerencia quizás mejoraría la calidad de las patatas normales de la guarnición. Salimos muy contentos y repetiremos si volvemos por la zona.

Me encantó! Hace mucho que quería ir porque me lo recomendaron muchos amigos y conocidos y por fin he podido ir. Puedo decir que el menú es variado y tiene en cuenta las intolerancias y las alergias; no me gustan las vinagretas en general pero esta vez he decidido darle una oportunidad y me alegro porque me ha encantado( he pedido la ensalada con aguacate ¡deliciosa!)el personal muy amable y paciente( yo tomo el té verde de una forma inusual), el sitio es acogedor y decorado con buen gusto. Me gusta mucho porque puedes ir con los niños y ellos tienen donde elegir. Volveremos porque todavía me queda mucho por probar! Recomendadisimo!

El local es agradable y luminoso sobretodo la parte de arriba. Respecto al personal fueron atentos y amables en todo momento. En cuanto a la comida pedimos La hamburguesa G.O.A.T y el sándwich Clyde ambos muy ricos aunque echamos en falta que el pan del sándwich estuviera pasado por la sartén con mantequilla para darle un toque más sabroso y crujiente. Respecto a la bebida nos pareció excesivo pagar 3,50 euros por una caña tirando a pequeña. Por último, esta bien que te rellenen las patatas si quieres más.

Ante todo decir una cosa: Muy buen trato por parte de los camareros y muy atentos. Son muy amables. La comida es bastante abundante. Pedimos un entrante (Arrechicken) que es básicamente cinco pechuguitas de pollo cubiertas de copos de maiz, y que estaban muy crujientes y para nada grasientas. Lo único que eché de menos fue una salsa casera para acompañar. Quedaría mejor que los sobrecitos de tipo industrial. Los sándwiches Kill Bill (de salmón) y el Clyde (con pollo y bacon) iban generosamente montados con abundantes ingredientes. Muy buenos y muy jugosos. Y por otro lado, otro punto a favor son las bebidas, ya que en nuestro caso, los refrescos son de tamaño grande,algo que siempre es de agradecer. En definitiva, salimos muy satisfechos tanto por la comida como por el trato recibido. Os deseamos mucha suerte.