Casa De Jin

Mi experiencia en este restaurante chino fue inolvidable. Desde el momento en que entré, me impresionó la elegante decoración y la cálida ambientación. Pero lo que realmente destacó fue la comida. Cada plato que probé estaba lleno de autenticidad y sabor. El pollo con almendras y el arroz frito eran excepcionales, y los dim sum eran una delicia. En particular, las bolitas de pollo frito se llevaron el protagonismo. Eran crujientes por fuera y tiernas por dentro, con una cobertura que estaba llena de sabor. La sopa dim sum también fue una grata sorpresa. El servicio fue atento y eficiente, y el personal estaba dispuesto a explicar los platos y adaptarlos a nuestras preferencias. Además, la carta ofrecía una amplia variedad de opciones para satisfacer todos los gustos. Sin duda, este restaurante es un destino obligado para quienes aprecian la verdadera cocina china. Planeo regresar pronto para explorar más de su deliciosa oferta culinaria.

Para nosotros es el mejor restaurante chino de la zona. Pero con diferencia. La comida está muy muy buena. Sabemos que si llevamos a algún amigo o familiar acertamos. A veces pedimos por teléfono para recoger en el local y desde que haces la llamada, en 15 o 20 minutos, ya tienen lista la comida para llevártela a casa. El único "pero" que le ponemos al local es que hay mucho ruido ambiente y, en días que está muy lleno, no es fácil mantener una conversación. Aún así merece la pena.