Realcafé Bernabéu

La atención por parte del personal ha sido excelente, nos hemos sentido muy cómodos. La calidad y cantidad de comida está bien, no es una cantidad enorme pero nos fuimos saciados. Aún siendo así, los platos no son de una elaboración extrema. Aún con todo el sitio está muy bien, con una decoración muy original y con unas vistas del estadio geniales, la pena es que por la noche el estadio está totalmente apagado por lo que no se puede apreciar todo lo que me habría gustado.

Un lugar recomendable donde comer, el menú es muy variado y la comida deliciosa. Empiezas con un cóctel de bienvenida de mango. Cómo entrantes una brocheta y un carpaccio de tomate que estaba muy rico. Después una lasaña para compartir y unos langostinos rebozados que estaban muy buenos. El plato principal era un solomillo para dos, con el que te quedas bastante bien y para acompañar eliges entre rioja o Verdejo, aunque en nuestro caso se acabó y nos pusieron un vino blanco muy bueno. Para finalizar la tarta de queso sobre una base de polvorón que estaba muy rica también.

Buen sitio para desayunar,comer, merendar o cenar si te gusta el Real Madrid. Aunque en las meriendas entre semana están un poco cortos de personal o así me dio la sensación. La última vez que fui el camarero corriendo y su actitud no era la mejor a la hora de tomar la comanda. Gestos poco correctos como apoyar las manos en la mesa secarse el sudor con la mano mientras toma la comanda limpiarse en el pantalón las manos etc... Gestos asi en un lugar como ese no son aceptables. Por el lugar, calidad y precio

Aconsejo y mucho que si a alguien le apetece ir aquí a cenar o comer, que vaya con el cupón de Groupon, se queda en 50 euros aproximadamente, sino tenéis que pagar el doble y sinceramente la cena está muy bien pero no vale tanto. Con respecto al lugar está genial, servicio muy amable y atento, la comida está muy buena, si no tienes la suerte de estar pegado al cristal para ver mejor el campo, en cuanto se levante alguien si lo deseas te cambian a esa mesa y sin problemas.

Se come bien pero es carete, pagas mucho por el sitio en el que estas, sin menospreciar la comida. Por cenar frente la cristalera y ver el campo merece la pena ir. Camareros y recepcionista muy correctos y atentos. La costilla de buey buena pero para mi gusto grasienta me canse enseguida de comerla, hubiese preferido probar otra cosa, error mío. Algún detalle al acabar la cena (en mi caso) y que el campo estuviese mas iluminado hubiese sido un puntazo.